El obispo de la diócesis de Segorbe Castellón, Casimiro López, alerta, en su artículo de este domingo, de la "cristofobia, que se promueve en España y en Europa, con la exclusión del belén y los villancicos de lugares públicos y el acuerdo --de momento aplazado-- de prohibir los crucifijos en la escuela". El escrito podrá ser leído íntegro mañana en Mediterráneo.

A juicio del prelado, estos "signos, que son capa de tolerancia ante el pluralismo religioso, muestran la cristofobia que se promueve en España y en Europa, y contrastan con el trato exquisito de otras religiones".

Ante esta situación, el prelado apela a que "los cristianos hemos de recuperar y, a la vez, fortalecer la celebración cristiana de la Navidad". Así, anima a los católicos a "centrar nuestra celebración en el Misterio que nos recuerda el Belén y evitar todo derroche, todo dispendio y tantos otros excesos neopaganos".

Y es que el obispo alerta de "la pérdida del sentido propio, originario y profundo de la Navidad". Así, manifiesta que "los mismos cristianos nos dejamos con harta frecuencia contagiar por el ruido exterior y el consumismo de estos días, o por el silenciamiento cada vez mayor del auténtico sentido cristiano de la Navidad". Algo que, bajo su punto de vista, demuestran "los adornos anodinos y las tarjetas sin motivo religioso alguno, al uso".

En este sentido, apunta que "de modo consciente y diseñado aumenta cada vez con más fuerza la voluntad de borrar el sentido cristiano de la Navidad". "Se argumenta --manifiesta-- que los lugares públicos son lugares laicos, interpretando la Constitución según el propio deseo de imponer a una sociedad plural, también a los católicos creyentes, el laicismo como religión de Estado". Por otro lado, López sugiere que la prohibición de crucifijos en los colegios "impondría incluso a las escuelas católicas la obligación de esconder o negar su propia identidad".