Si el sector de la construcción quiere generar empleo y volver a tirar del carro de la economía provincial necesita ayudas públicas. Y basta un ejemplo. Los datos que maneja la patronal de la construcción de Castellón (APECC) revelan que el recorte que va a aplicar el Gobierno al Plan de Vivienda van a impedir que se creen 6.500 puestos de trabajo y unas 2.700 familias de toda la provincia que esperaban recibir ayudas para la compra ya no van a poder tener esta opción. “Con esos recortes va a ser muy complicado volver a crear empleo y, además, muchas personas no van a tener ningún tipo de ayuda a la hora de adquirir un piso”, cuenta Fernando Calpe, presidente de los empresarios.

Sin las ayudas que elimina el Gobierno, los castellonenses van a tener más difícil la compra de una casa, dado que precisarán ahorrar más al suprimirse la ayuda directa del Estado para VPO. Además, los promotores dejarán de percibir incentivos para construir VPO, con lo cual los proyectos que había en la provincia están ahora entre interrogantes. Desde la patronal de la construcción ya han manifestado que la situación, con la modificación del Plan de Vivienda 2009-2012, para el próximo ejercicio, precisa de un cambio urgente. Y es que, a consecuencia de la nueva legislación, “si en estos años se han iniciado pocas viviendas, en 2011 no habrá ni un visado si no cambia todo”. Y es que las variaciones del plan estatal, que suprimen la ayuda directa, “frenarán las intenciones de compra de quienes confiaban en dicha cantidad para poder afrontar los pagos”, dicen.

La patronal pide cambios, pero confía poco en el nuevo Ministerio. “Ahora Vivienda pasará a Fomento, pero no creemos que haya un giro”, añade Calpe. H