El presidente de la Diputación, Carlos Fabra Carreras, afirmó ayer que aún no ha decidido si acepta ser edil no electo del Ayuntamiento de Castellón, una posibilidad que se barajaba en los últimos días. No obstante, según ha podido saber Mediterráneo, en las próximas horas podría comunicar a Alberto Fabra su negativa de manera definitiva. Tanto es así que ayer su pensamiento estaba más cerca “del no que del sí”, en un porcentaje que concretó en “un 60 y 40%”, respectivamente. “Lo más probable es que no acepte”, dijo, para después indicar que, si finalmente lo hace, será “para dirigir la Policía Local, como cuando entre 1991 y 1995 era el sheriff del condado”.

Tras señalar que el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, y él han “comentado” esta posibilidad, el presidente de la Diputación destacó que el cargo no le supondría retribución alguna. Además, señaló que sería “un lujo para Castellón” contar con él como edil no electo porque no hay nadie en la provincia que “sepa tanto” como él “de las administraciones locales”, ya que lleva “24 años en el Ayuntamiento de Castellón”, donde llegó a ostentar las concejalías de “Hacienda, Policía, Relaciones Institucionales, la portavocía de mi partido y la primera tenencia de alcaldía”.

Pero ahora mismo tiene otras prioridades, dijo, como buscar inversores para la provincia desde la secretaría general de la Cámara, sobre todo para el tráfico portuario y la captación de compañías aéreas para el aeropuerto.

En cuanto al hipotético cargo de concejal del área de policía, según Fabra, no le obligaría a asistir a los plenos del consistorio, dado que en su condición de edil no electo “no tendría voto”, “ni siquiera a las comisiones, salvo la específica de mi área”, indicó, como reproche a las críticas de los portavoces de los grupos municipales del Bloc, Enric Nomdedéu y del PSPV, Josep Lluís Grau.

El portavoz de Iniciativa en Castellón, Jose Pedregosa, exigió al PP que no haga concejal a Fabra para sufragar sus problemas judiciales con dinero público. H