Los ciudadanos de la provincia de Castellón están cada vez más concienciados de la necesidad de desprenderse correctamente de los restos de medicamentos y de sus envases a través de los 275 puntos Sigre situados en las farmacias, para que sean adecuadamente reciclados. Esto es así hasta el punto de que, en solo tres años, las cifras se han disparado y el vertido correcto de estos productos se ha incrementado en un 44,3% entre el 2007 y el 2010.

Lo muestran los últimos datos ofrecidos por Sigre, la entidad que centraliza todo el sistema en España, que señalan que la provincia ha pasado de depositar 4,3 kilogramos por cada mil habitante y mes hace tres ejercicios, a los 6,6 del último año, 2010.

El director general de Sigre, Juan Carlos Mampaso, ha señalado a Mediterráneo que “este incremento con respecto a las cifras obtenidas en el 2007, similar al experimentado a nivel nacional, es una muestra palpable de la concienciación de los castellonenses, sensibilizados con la importancia de cuidar su salud y la del medio ambiente”.

los primeros // Mampaso recuerda que “en Castellón, Sigre llevó a cabo una prueba piloto, de tres meses de duración, que sirvió para comprobar el correcto funcionamiento del reciclado de envases y restos de medicamentos previamente a la implantación nacional del sistema”. Añade que “durante esta prueba piloto, ya se pudo comprobar la buena predisposición de los castellonenses con esta actividad y con el cuidado de su salud y el entorno”.

Por su parte, el vocal de Farmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón, Sergio Marco, confirma con su propia experiencia el aumento en el volumen de fármacos que se deja en los puntos Sigre, y considera que “es positivo, porque la gente se da cuenta de que el medicamento no hay que tirarlo a la basura, ni al desagüe, ni tampoco mantenerlo en el botiquín”.

Marco, quien recomienda hacer revisiones periódicas de los medicamentos que no se utilizan y recuerda que “jamás hay que automedicarse”, insiste en que “el consejo del farmacéutico es accesible fácilmente para todos, y hay que seguirlo”. En cuanto al perfil de quienes más fármacos llevan al punto Sigre, indica que, lógicamente, “son las personas de más edad, quienes más consumen, aunque a veces no son ellos mismos quienes traen a la farmacia los envases, sino sus cuidadores o miembros de su familia”.

Sobre este tema, la secretaria de la misma entidad colegial, Asunción Vicente, coincide en el aumento del volumen de fármacos reciclados, si bien matiza que, “si van alza, algo falla”. Además de la mayor concienciación descrita, una valoración que Vicente comparte, la farmacéutica recuerda también que los tratamientos deben completarse para que puedan surtir el efecto curativo que se persigue y, por tanto, se logre que no sobren dosis. H