El Ayuntamiento de Castellón tuvo un problema con el nuevo edificio municipal, situado en el solar donde antiguamente se levantaban las Casas de las Ánimas. Este edificio, destinado a albergar distintos servicios municipales, fue objeto de varios diseños y se presentaron diversos proyectos que generaron debates y no gustaron a casi nadie. Al final, el alcalde Antonio Tirado y su equipo de gobierno se decantaron por un edificio ecléctico, que recordaba vagamente a las antiguas Casas de las Ánimas. En aquella semana, se encargó al escultor Vicente Traver Calzada un relieve para su fachada.