El president de la Generalitat, Alberto Fabra, convocó ayer por la tarde, de urgencia, a los máximos representantes de los empresarios de toda la Comunitat para abordar la situación económica y pedirles, entre otras propuestas, su colaboración para la compra de bonos de la Generalitat que ayuden a cumplir con el pago a proveedores, ahora, “prioridad absoluta”. En la reunión, que se prolongó hasta entrada ya la noche, participaron los presidentes de las Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana, la patronal autonómica Cierval y la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), entre otros.

Por el Consell, junto a Fabra, participaron el conseller de Hacienda, José Manuel Vela, y su homólogo de Educación, Formación y Empleo, José Císcar.

Por parte de la provincia de Castellón asistió el presidente de la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), José Roca; el secretario general de la CEC, Rafael Montero; el presidente de la Cámara de Comercio de Castellón, Salvador Martí Huguet; o el empresario Rafael Benavent, miembro de la directiva de la AVE. Por esta asociación tomó parte también Francisco Pons, nuevo vicepresidente de la entidad financiera Bankia; y no faltaron líderes como Juan Roig, presidente de Mercadona y también de la cúpula de AVE.

Además de pedirles apoyo para aumentar los resultados de la adquisición de bonos patrióticos -cuyo plazo de vencimiento acaba este viernes, y de los que ya se han colocado unos 800 millones (el 44,4%)--, Fabra resaltó en este sentido que la provisión de fondos supondría un gran apoyo para cumplir con su objetivo prioritario, hoy por hoy, que es cumplir con el calendario de pago a los proveedores --entre ellos se encuentran los farmacéuticos--.

El conseller de Economía, Enrique Verdeguer, ha incidido esta semana en que “el reintegro está absolutamente garantizado”.

Asimismo, el jefe del Consell les emplazó a un repaso de la actual situación económica y financiera y sus perspectivas. En este sentido, les transmitió el compromiso de la Generalitat valenciana con el cumplimiento del déficit del 1,3% marcado por el Estado para el 2012. Una meta que va a conllevar, como ya ha puesto de manifiesto, un presupuesto más austero si cabe, que va a comportar unos recortes históricos en la inversión.

Al respecto, y personalmente, Fabra ya ha iniciado una ronda con sus consellers para analizar, departamento a departamento, medidas de ajuste adicionales para cumplir con el objetivo de la reducción del déficit, sin tocar las prestaciones sociales y adoptando iniciativas eficientes que reactiven economía y empleo.