La bonificación decreciente de hasta el 40% en el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que iba a aplicar el Ayuntamiento durante los próximos 10 años para compensar la reciente revisión catastral quedará sin efecto al menos durante el 2013 y 2014, lo que implicará un incremento de hasta el 20% en el tributo en cada uno de esos dos ejercicios para elevar la recaudación en cuatro millones de euros cada año.

A partir del 2015, el equipo de gobierno restablecerá la bonificación del IBI pero, para mantener la recaudación, subirá las tasas y precios públicos en todos los servicios y actividades que se prestan para adecuarlas a su coste real. Además, este mismo año habrá un nuevo recorte de tres millones de euros en el gasto corriente que se sumará a los 5,3 millones que ya se incluyeron en el actual presupuesto del 2012.

El teniente de alcalde de Hacienda, Juan José Pérez Macián, anunció ayer esta nueva tanda de subidas de impuestos --que verán la luz en el pleno de mañana-- para hacer frente al préstamo a 10 años que se firmará por orden del Gobierno central en las próximas semanas para reembolsarle hasta el año 2022, con un interés del 5%, los 46.710.092 euros que anticipará para pagar las 2.504 facturas correspondientes a los años 2010 y 2011 que se deben a un total de 562 proveedores.

Macián admitió que la subida del IBI responde a que el consistorio pagará hasta el 2015 alrededor de 22 millones de euros anuales para amortizar su deuda, que se situará en el umbral de los 150 millones de euros al incluirse las facturas impagadas. “Hemos dado a los funcionarios la instrucción de incentivar más su tarea de inspección para que todo aquel que debe pagar lo haga”, señaló el edil de Hacienda para recordar que la crisis y la mala financiación ha desplomado en los últimos años los ingresos. Solo por el Impuesto de Construcciones y Obras (ICIO), Castellón recauda 12 millones de euros menos respecto a la época de apogeo inmobiliario. Macián ratificó también que no habrá inversiones mientras el balance contable anual sea negativo.

El titular de Economía remarcó que no habrá despidos de funcionarios ni recortes de asesores, solo se amortizarán plazas cuando haya jubilaciones. Como ejemplo puso el SAMU municipal, que ya no prestará servicio ni de noche, ni los fines de semana ni los días festivos para ahorrar 300.000 euros. Un empleado interino de la ambulancia no ha renovado su contrato mientras los conductores se trasladarán a otro servicio y se reducirán los turnos.