Discreto, contundente, serio y con experiencia. Así es como califican algunos de sus compañeros a este juez nacido en Valencia hace 50 años que se licenció en Derecho por la Universidad de Valencia e ingresó en la carrera judicial en 1989. En la magistratura apuntan que es una persona muy técnica y que su veteranía es el mejor aval ante este proceso tan complejo y mediático que ha sentado a Fabra en el banquillo por cuatro delitos fiscales, cohecho y tráfico de influencias. Solaz fue nombrado delegado de Decano de Castellón para los juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Nules en 1999 y su especialización en el orden jurisdiccional penal, del que dicen conoce todos sus recovecos y del que ha publicado ensayos y dado conferencias, le ha facilitado la dirección del macrojuicio.

Es el juez más veterano de los tres que conforman la terna de la sala, motivo por el cual está al frente del equipo conformado por Aurora de Diego y Pedro Luis Garrido. Este último tiene también un papel relevante en estos momentos, puesto que como ponente del tribunal debe estudiar a fondo la sentencia antes de redactarla y de proponerla al resto de los compañeros jueces. De Diego y Garrido son magistrados muy reconocidos en su labor y aportan todas las garantías en este proceso oral, según fuentes jurídicas consultadas por Mediterráneo.

AJENO A PRESIONES // Esteban Solaz, también reconocido docente, ha sido capaz en el último mes de mantenerse al margen de la fuerte presión mediática y social que ha habido durante este juicio que han cubierto más de 100 profesionales. Sus compañeros apuntan que en estos días de deliberación obviará todo cuanto ha sucedido en los diez años de instrucción y se centrará, como fija la ley, única y exclusivamente en aquello que se ha dicho dentro de la sala en las vistas.