Esta misma tarde se inaugura en la capilla de las Aulas de la Latinidad, dependiente de la Diputación Castellonense, una muestra de pañuelos de pecho de los siglos XVIIII y XIX que corre a cargo de las indumentaristas Inma Puig y Paquita Roca. La labor de ambas estudiosas del vestuario de las tierras castellonenses del barroco dieciochesco y del romanticismo, es sin duda muy meritoria y ha permitido conocer, con precisión documental de rigurosa exégesis, los verdaderos atuendos de aquel tiempo.

Cuando se recrearon las fiestas de la Magdalena en 1945 un grupo de interesados eruditos buscaron un vestuario con el que ataviar a las mujeres castellonenses que ocupaban los puestos de gaiateras, damas de la ciudad o reinas de las fiestas. La exploración en viejos arcones de la ciudad permitió confeccionar un vestido de menestrala burguesa, sin duda decimonónico, de corte romántico.

Sin embargo a partir de 1977, la aparición del grupo El Millars supuso la preocupación por una investigación más rigurosa por los vestidos genuinos los castellonenses, con mayor precisión y antigüedad.

La lectura de libros de la especialidad y de época, documentos, contemplación de grabados, pinturas, y por supuesto piezas originales, lograron una definición tipológica de un vestuario, que cada vez se ha enriquecido más con aportaciones que van desde la ropa interior a los tocados del pelo. Su trabajo etnográfico y costumbrista en muestras y publicaciones es, por su autenticidad, rigor científico y abundancia de aportaciones, impagable sin duda. H