Como unos y otros reconocen, Ciudadanos y Unión, Progreso y Democracia comparten el mismo ideario político. Y ese denominador común es precisamente el que está provocando no pocas tensiones en la provincia a cuenta del trasvase de afiliados que se está registrando desde hace algo más de dos meses.

Estas dos formaciones, que solo aglutinan entre los dos a poco más de 300 militantes en los 135 pueblos de la provincia, están a la greña por hacerse con los descontentos del rival. Según informan fuentes de Ciudadanos, en estos momentos cuentan en sus filas con una veintena de personas que hasta hace bien poco eran militantes de UPyD. La cifra, de ser cierta, es importantísima puesto que la formación magenta suma una setentena de afiliados, por lo que estas 20 bajas podrían haber desmantelado las bases de UPyD en las comarcas de Castellón.

Por su parte, los de Rosa Díaz restan importancia a estos datos y no acaban de aceptar que las personas que se han dado de baja de sus filas de un tiempo a esta parte lo hayan hecho exclusivamente para pasarse a su competencia. Uno de los representantes en Castellón y candidato a Les Corts, Juan Emilio Adrián, explica que “en su tiempo hubo este tipo de movimientos, pero ahora ya no”. Además, resta importancia a este trasvase de censados y señala que para UPyD “es un asunto que no tiene mayor trascendencia”. Por su parte, Miguel Ángel Sanz, cara visible de C’s en Castellón, tiende la mano “a los que vengan a Ciudadanos de UPyD, pero también a los del PSOE o del PP. Vengan de donde vengan, son bienvenidos si tienen ganas de regenerar la política y hacer realidad el cambio”.

Cargos castellonenses de uno y otro partido coinciden en apuntar que el origen de estos cambios es la ruptura de Rosa Díaz y el exeurodiputado Sosa Wagner. También ratifican ambos que más que por diferencias ideológicas el trasvase que se da es más bien por interés electoral. H