La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) denunció ayer, a través de un comunicado oficial, que el pasado sábado se registró un “apagón durante siete horas” en el centro penitenciario Castellón II, ubicado en Albocàsser. Según aseveró el sindicato de prisiones, en el interior se vivieron “momentos de gran tensión” y de un “gravísimo peligro”.

Acaip indicó que los hechos tuvieron lugar cuando, sobre las 19.00 horas, hubo “un fallo en el sistema eléctrico que dejó sin luz ni agua” a la cárcel de Albocàsser, y el problema quedó solucionado “sobre las dos de la madrugada”.

Los funcionarios del turno saliente reforzaron la vigilancia nocturna, pues “sin luz no se pueden cerrar las celdas porque está todo automatizado, y tuvieron que hacerlo a oscuras, simplemente con algunas linternas”. En este sentido, añadieron que “no hubo linternas para todos debido a los continuos recortes y ahorros en material de seguridad”.

Para el sindicato, lo sucedido supuso un “gravísimo peligro” para la integridad física de los funcionarios y de los internos, ya que “las galerías se convirtieron en verdaderas ratoneras en las que podían estar 100 internos y un par de funcionarios”.

El sindicato explicó que, además, el momento en el que se produjo el apagón “coincidió con algunos de los instantes más delicados del funcionamiento del centro, como la subida a las celdas y la cena”. Según sostuvieron, durante el apagón se quedaron “a oscuras 11 departamentos” y “800 internos sin cerrar”, entre ellos “los más peligrosos”.

La ausencia de luz generó situaciones “tensas” en el módulo 2, en el que hay 90 internos de perfil “muy conflictivo”, que se negaron a entrar en las celdas y amenazaron a los funcionarios. H