Primero fue China y ahora es Brasil. La mayor potencia de América Latina acaba de entrar en recesión técnica. En los seis primeros meses del año, la economía del país que supone el 40% del PIB de toda América del Sur ha caído un 2,9%, y el país que hasta hace muy poco tiempo era la gran esperanza para muchas empresas españolas y también de Castellón encadena meses con un incremento de la lista del paro (la federación industrial brasileña prevé 1,2 millones de despidos en los próximos meses) y un consumo claramente a la baja.

La economía de la primera potencia latinoamericana está en crisis y el clima político tampoco ayuda. Los casos de corrupción se suceden casi a diario, convirtiendo a Brasil en una zona inestable. Una especie de volcán a punto de estallar que ha puesto en jaque a las 108 pequeñas y mediadas empresas de la provincia que dirigen sus exportaciones al país que preside Dilma Rousseff.

La crisis económica brasileña ha pasado factura ya a las ventas españolas, pero las exportaciones de productos made in Castellón, de momento, resisten la embestida. De enero a junio de este año, España vendió a Brasil productos por valor de 1.439 millones de euros, un 7,9% menos que en el mismo periodo del año anterior. Las empresas de Castellón aguantan, exportando en la primera mitad del año por valor de 32,6 millones, un 36,9% más que de enero a junio del 2014. En todo ese año se exportó por valor de 52 millones de euros y Brasil, con el 1%, ocupa el puesto número 22 en el ránking de países.

Que la recesión económica en el país carioca todavía no se note en Castellón se debe sobre todo a que el grueso de las exportaciones son fritas y esmaltes para el sector azulejero brasileño. “Fundamentalmente lo que les vendemos son materias para la industria cerámica brasileña, que es exportadora y a la que, de momento, la crisis del país no afecta tanto”, argumenta Joaquín Andrés, director comercial y jefe del área de Internacionalización de la Cámara de Comercio. Pero eso no quiere decir que no haya peligro. “Claro que la recesión puede llegar a afectar, aunque hay que esperar a que se conozcan los datos del segundo semestre del año”, añade Andrés.

Aquellos que conocen el país muy bien hablan sin ambages de la inestabilidad y del peligro que puede suponer la actual situación. Pero recuerdan que Brasil es la puerta de entrada a América del Sur y, a pesar de todo, es un lugar en el que hay que estar. H