La exgerente del PP de Valencia Cristina Ibáñez negó ayer en la sexta jornada del juicio de Gürtel que existiese cualquier sistema de financiación ilegal en la formación regional y, en cualquier caso, si se hubiese producido, dijo que ella lo desconocía: «Si alguien lo montó, no fui yo». «El sistema que se ha intentado explicar de financiación ilegal no existía», dijo Ibáñez, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 7 años y 9 meses de prisión, en el juicio a la rama valenciana de Gürtel, que celebra la Audiencia Nacional. Añadió: «Me enfadé mucho ayer cuando escuché lo que escuché, se dio a entender que yo explicaba el sistema establecido de financiación ilegal y eso es incierto».

Ibáñez, que dijo que ha oído «muchas barbaridades» durante el juicio, enmarcó su actuación como gerente dentro de la legalidad y ha precisado que ella llevaba a cabo «una gestión puramente administrativa» en el partido y que ella recibía las facturas «cuando ya se había producido la contratación y ya se había celebrado el acto».

Además aseguró que ella «ni contrataba, ni encargaba ni asistía a los actos del PP montados por Orange Market». Ibáñez explicó que el exsecretario general del PP valenciano Ricardo Costa fue quien le autorizó para hacer los pagos de deudas contraídas por el partido y que ella «técnicamente revisaba» que todo era correcto y no sabía «si se correspondía con algo que se había realizado». «Yo se lo comunicaba al señor Costa y me decía: ‘Sí, es correcta, págala’», apuntó. También relató que se reunió con Costa y con la exvicesecretaria del partido regional Adela Pedrosa en la que les explicó el sistema de financiación del partido, «pero el legal».