La carabela portuguesa está azotando las costas del mediterráneo a pesar de no ser su hábitat por excelencia. Se han registrado ya hasta avistamientos las últimas semanas en las costas mediterráneas (Valencia, Gandía y Vinaròs), por lo que las medidas de protección han aumentado. De hecho, la pasada semana en Gandía se vieron obligados incluso a cerrar al público una playa por este motivo como confirma Cruz Roja de Castellón dado que es la mejor manera de prevenir posibles picaduras.

¿Qué efectos tiene una picadura de la carabela portuguesa?

Hay que tener en cuenta que la peligrosidad de una picadura de esta especie, según explica SAMUR-Protección civil es muy alta. "El contacto con sus tentáculos puede tener consecuencias muy graves para las personas. La gran concentración de nematocistos y su potente veneno con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas pueden llegar a producir en algunas situaciones un shock neurógeno provocado por el intensísimo dolor, con el consiguiente peligro de ahogamiento", afirma esta fuente.

La urticaria que provoca es muy elevada, por lo que "el contacto con sus tentáculos puede tener consecuencias muy graves para las personas sobre todo en niños y ancianos la gravedad se acrecienta, por lo que se recomienda acudir directamente al hospital más cercano, dado que el puesto de primeros auxilios no es suficiente a diferencia de las picaduras de medusa", según confirma desde Cruz Roja de Castellón la Responsable del Departamento de Socorros y Emergencias de Cruz Roja Castellón, Elisa Millán. "Las personas que presenten cualquier patología alérgica ven aumentados los efectos de la 'falsa medusa', por lo que indiferentemente de la magnitud de la urticaria se les aconseja que acudan a su centro de salud", añade la propia Millán.

¿Qué hacer si te pican?

Protección Civil recomienda ante una picadura de carabela portuguesa (physalia physalis) acudir al centro de salud u hospital más cercano y tener en cuenta:

  1. Lavar con agua de mar cuidasamente, no frotar.
  2. Utilizar pinzas, guantes o una tarjeta plástica para quitar tentáculos o fragmentos residuales.
  3. Aplicar calor o inmersión en agua caliente (40-45º) durante 10-20 minutos.
  4. Reevaluar el dolor y volver a aplicar calor si es necesario.
  5. Si el dolor persiste, consulte al médico o profesionales del cuidado de la salud.