El mosquito se resiste a irse de la provincia, pese a que ya ha llegado el otoño, una época del año no tan propicia para su desarrollo. Y es que las lluvias de la semana pasada, unida a varios días en los que la temperatura se elevó hasta registros más propios del verano, ha creado de nuevo el hábitat perfecto para el insecto, en este caso no el tigre si no especialmente el conocido como mosquito de marjal, que está golpeando con especial virulencia en la Plana Baixa, entre Moncofa y Nules.

Lo confirma Rubén Bueno, director técnico de Lokimica, la empresa responsable de los tratamientos en gran parte de la provincia. «Las temperaturas altas han calentado el agua estancada, lo que posibilita que se desarrollen las larvas muy rápido», explica el especialista, que señala que se están reforzado los tratamientos «mañana, tarde y noche» con el objetivo de paliar esta situación con vistas a octubre y a la llegada del frío, «que va a ser importante en este sentido».

«Estamos intensificando los tratamientos en el Prat de Torreblanca y Cabanes», explica Bueno, quien también señala al Cuadro Santiago de Benicàssim, un espacio que tradicionalmente acumula agua, como uno de los puntos calientes para el mosquito. En la capital de la Plana también se ha dejado sentir la plaga.

Pero de momento, donde la situación es «crítica» en la Finca del Pou, una zona inundable entre Moncofa y Nules «que siempre da muchos problemas».

El alcalde de Moncofa, Wenceslao Alós, lamenta que los vecinos estén sufriendo las mismas molestias que en el pasado mes de julio, con la plaga en su máximo apogeo. «Muchos agricultores se han tenido que volver a casa desde los huertos porque no podían trabajar por los insectos», afirma. Alós explica que se han llevado a cabo numerosas fumigaciones en la localidad en los últimos días, pero que no se ha podido cubrir la Finca del Pou, que linda con el término municipal, «por lo que los mosquitos han tenido toda una semana para eclosionar y se multiplican». Desde Nules, el edil de Urbanismo, Adrián Sorribes, señala a los «terrenos agrícolas abandonados» entre ambas localidades como un factor que ha desencadenado la plaga en la zona, pues se inundan y no tienen supervisión. Anoche, el equipo de fútbol tuvo que suspender el entrenamiento por las picaduras. Informa Miguel Sánchez.

Mario García, diputado provincial de Medio Ambiente, alerta de que los ayuntamientos del litoral de Castellón todavía no han enviado los informes con los programas de actuación que se están llevando a cabo para paliar la plaga, pese a que la Diputación es la encargada de coordinar las fumigaciones en la provincia.

hasta octubre // «Parece que cuando se va la gente de la playa nos olvidamos del problema del mosquito», lamenta García, quien desconoce si los municipios «han completado un tratamiento a la semana, como deberían hacer». «No nos han pasado los informes de agosto, y las fumigaciones tienen que alargarse hasta octubre», manifiesta.

Se incide así en una problemática bien conocida en la provincia, que no es otra que la falta de un plan de acción común. Así lo denunció Mediterráneo a principios de este verano, con los ayuntamientos, la Diputación y la Conselleria de Sanidad como principales implicados.