«He conseguido muchas medallas, pero esta viene del corazón, algo que la engrandece». Así se sintió el crack de Castellón, Pablo Herrera, tras recibir ayer el tributo de la Diputación al Mérito Deportivo, por su brillante trayectoria en el voley playa, disciplina que le ha valido para grabar con letras de oro su arena en los cinco continentes. Su mayor logro fue una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Pero sin obviar otros triunfos mayúsculos, como el último bronce, hace unos días en el Mundial de Doha, la victoria en el World Tour de Lianyungang (China) o la segunda posición en el Gran Slam de Marsella (Francia), así como el campeonato del Mundo sub-21, con 20 años.

«Su historia arranca en un colegio de aquí, cuando un profesor se fijó en sus cualidades. Y Pablo, con altura, fuerza, trabajo y un impecable juego le han llevado a ser el castellonense con más participaciones olímpicas», dijo Moliner.

«Que te valoren así en tu casa me hace sentir muy orgulloso. Doy gracias a la Diputación por estar a mi lado toda mi carrera», señaló Herrera, quien puso en valor atributos como la humildad y el trabajo «que caracterizan a Castellón» e intenta «llevar por todo el mundo».

Con la mente puesta en los Juegos de Tokio 2020, el deportista ocupa ahora el segundo lugar del ránking mundial.