La sanidad no se va de vacaciones y la necesidad de sangre en los hospitales se mantiene. De ahí la importancia de no bajar la guardia durante el verano y garantizar las suficientes donaciones, especialmente, ahora que poco a poco se está retomando la actividad quirúrgica, tras el parón generado por la pandemia. Una vez más, ha sido durante la crisis sanitaria cuando muchos castellonenses han mostrado su solidaridad, llamando al Centro de Transfusión para poder donar.

«La generosidad ha sido impresionante, en las colectas que hemos realizado por los municipios ha venido un 30% más de gente», explica la responsable del centro, Virginia Callao, quien agradece «la gran colaboración» mostrada por los ayuntamientos para facilitar instalaciones en las que se cumplían las medidas de seguridad para prevenir el covid-19.

«Con la pandemia cerraron los espacios a los que solíamos acudir a hacer las extracciones, como centros de salud, empresas, hospitales y la universidad, así que nos encontramos en una situación dificil, porque, aunque en menor medida, la sangre se seguía necesitando, por lo que decidimos llamar a los ayuntamientos y todos nos ofrecieron los mejores espacios», remarca Callao.

En lo que va de año se han registrado en la provincia 7.926 donaciones, pero ahora los esfuerzos se centran en animar durante el verano a la gente joven a donar sangre. El año pasado ya se lanzó una campaña destinada a este público, haciéndoles un guiño a través de las redes sociales.

próximas colectas // Mañana una parte de los 26 profesionales del Centro de Transfusión se desplazará hasta el Colegio de la Asunción de la Vall, mientras que el martes estarán en el Centro Social San Felipe de Amassora. Las colectas ahora, además de por las tardes, también son por las mañanas, una novedad para facilitar las donaciones.