La imagen de jóvenes en las inmediaciones de la Ciudad del Transporte, la UJI y el Planetario haciendo botellón por las noches de los fines de semana o en la playa del Arenal de Burriana disfrutando con un macrobotellón sin respetar ninguna medida de seguridad en plena pandemia, cuando el repunte de contagios preocupa y mucho, ha puesto el foco sobre esta práctica. Los ayuntamientos han decidido actuar y reforzar la vigilancia policial para controlar y evitar la concentración de personas consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública.

Además, se están intensificando las denuncias. En Castelló, se han impuesto más de 70 multas en las dos últimas semanas por hacer botellón, mientras que, en Burriana, desde el ayuntamiento ya han anunciado que se incrementarán los medios personales y materiales de los agentes, como la utilización del dron o un coche camuflado, para evitar concentraciones multitudinarias.

En Benicàssim, el concejal de Seguridad, Javier Alonso, aseguró que la Policía Local está trabajando junto a la Guardia Civil «de forma muy rigurosa en el control de todos los botellones, se está siendo muy inflexible con la situación. Siempre que llaman vecinos se atiende y actúa inmediatamente», asegura el edil. En Orpesa, tras un verano con botellones en la playa, ahora «prácticamente no hay», señalaron desde el consistorio.

Casales

El Ayuntamiento de l’Alcora, tras algunas denuncias, ha puesto cerco a esta problemática. Según el alcalde, Samuel Falomir, «ya hace muchas semanas que no se detectan ninguno aunque la Policía Local sigue controlando accesos a lugares como las ermitas y el lago verde donde se realizan carreras de enduro, que es donde se realizaron los últimos». Lo que si manifiesta que han detectado es la presencia de jóvenes en casales, a pesar de que el Ayuntamiento desaconseja las reuniones en este tipo de locales, plantas bajas o casas viejas.

En Peñíscola, el jefe de la Policía Local, Antonio Morrejón, explicó que realizan « puntualmente patrullas por los puntos considerados potencialmente más calientes, como el puerto, los alrededores y entrada del Palau de Congressos, la zona polideportiva próxima a la plaza Constitución y el Centro de Estudios». «Sí hubo cierta incidencia durante el verano, pero no se trataba de botellones en la vía pública sino en apartamentos y zonas comunes de urbanizaciones y hubo denuncias de vecinos», explicó.

En Vila-real, de momento, no hay denuncias por botellón, aunque sí se reciben quejas de vecinos, aunque cuando acuden los agentes los grupos de jóvenes ya se han dispersado. Tampoco las hay en Almassora, donde sí se han impuesto en lo que va de mes 25 sanciones por no llevar mascarilla y tres a locales que incumplían el aforo o la distancia entre mesas

En Benicarló, los dos últimos fines de semana se han identificado a más de 40 personas por beber en la vía pública. De igual modo, las tareas de vigilancia se han intensificado, aunque la situación se da pro controlada tras el verano, en Almenara y Moncofa, donde, según explicó el alcaldesa, Wenceslao Alós, « la semana de no fiestas ha transcurrido sin incidentes».

En Morella, el lugar que más jóvenes ha congregado los fines de semana para hacer botellón ha sido el paseo de la Alameda. En este sentido el alcalde, Rhamsés Ripollés, informó de que se han tramitado diversas denuncias.

Visitantes catalanes

En Vinaròs, se ha establecido un refuerzo de la vigilancia en toda la zona portuaria. La pasada semana en esta zona se produjeron daños en vehículos estacionados y se sancionaron a varios jóvenes, además de tener que mediar los agentes en una pelea. El incremento policial se reforzará con agentes de la Guardia Civil con vistas a la gran afluencia de catalanes el próximo fin de semana, tras la prohibición en esta comunidad de abrir bares y restaurantes durante 15 días. Una masiva afluencia de visitantes que ya sucedió el pasado fin de semana, como informó Mediterráneo. Informan E. Bellido, M. J. Sánchez, I. Calpe, J. Carda, J. Nomdedeu, M. Á. Sánchez, J. Ortí y J. Flores.