El repunte de ingresos por coronavirus es una constante diaria desde hace varias semanas, aunque ha sido esta última cuando se ha acelerado hasta tener ayer a 100 personas ingresadas en los hospitales castellonenses, doce de ellas en la unidad de cuidados intensivos (UCI). A pesar de este incremento en las hospitalizaciones, la presión estaría bajo control, teniendo en cuenta que las operaciones no urgentes se mantienen y no ha habido un cese en las cirugías programadas, como ya está ocurriendo en hospitales de Valencia y Alicante.

Estas intervenciones fueron suspendidas durante el pico de la pandemia, donde llegaron a haber más de 220 ingresados con cerca de 40 en estado crítico, lo que provocó que se dispararan las listas de espera. El Hospital Provincial, con 229 días de media en el mes de septiembre; el General, con 223; y el de Vinaròs, con una demora de 218 días; son los tres centros hospitalarios de la Comunitat con un retraso mayor para pasar por quirófano. Y es que la demora ronda los siete meses y casi se ha duplicado respecto al mes de marzo, antes de que estallara la pandemia.

Solo la Plana, con 131 días, se mantiene por debajo de la media de la Comunitat, que se situaba en septiembre en 151 días, seis menos que en agosto. Además, el hospital de Vila-real es el que más ha logrado reducir la espera, ya que en agosto era de 147 días. Actualmente, esperan entrar en quirófano 8.782 castellonenses, 400 más que antes de la crisis sanitaria.

De todos modos, aunque las intervenciones siguen sucediéndose, con los quirófanos abiertos incluso por las tardes, en la Plana o el Provincial -considerado hospital libre de coronavirus-, Sanidad ya avisa de que esta situación puede variar si la presión hospitalaria va a más y hay que prever espacio disponible en cuanto a camas para ingreso y críticos se refiere.

1.400 camas

Los hospitales públicos de Castellón tienen una capacidad de 1.400 camas, cerca de 40 en UCI, aunque durante el pico de la pandemia se llegaron a habilitar nuevos espacios hasta rozar los 80 puestos para enfermos en estado crítico.

De todos modos, la Conselleria de Sanidad declina informar del número de camas de UCI que tiene la provincia y de cuántas podrían disponerse en caso de necesidad, ya que contabiliza todos estos puestos a nivel autonómico, pasando de 400 a 900, aunque podrían habilitarse hasta 1.200.

También en la cifra de plazas hospitalarias disponibles habría que añadir las 100 previstas en el hospital de campaña, ubicado junto al General, que hasta ahora no ha sido necesario tener operativo para asistir a pacientes.

Y es que la propia secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, Concha Andrés, asumió esta semana que habrá «un parón» en la reducción de las listas de espera, que habían comenzado a recuperarse tras la desescalada por el incremento de ingresos de covid-19. Para ello, desde la Conselleria de Sanidad se remitió a los hospitales unas instrucciones para «revisar la situación clínica de los pacientes» porque «hay veces que una patología puede ser leve pero para una persona puede ser invalidante», como lo es una catarata para un camionero porque le impide trabajar.