La unión y el consenso conformaron la tónica durante la jornada de este miércoles para poner de manifiesto la repulsa de la provincia de Castellón hacia la violencia de género y rendir homenaje a las 41 mujeres víctimas, entre ellas la vecina de Almassora Karina Andrés, y los dos menores asesinados en España durante este año 2020.

Instituciones de norte a sur del territorio provincial y también de la Comunitat Valenciana se sumaron de forma conjunta a la convocatoria, que estuvo marcada por el escenario de pandemia y provocó que las estampas fueran diferentes a las multitudinarias concentraciones de años anteriores, lo que pese a todo no logró eclipsar el tono reivindicativo propio del 25 de noviembre.

Así, a lo largo de todo el día se fueron sucediendo las concentraciones, mayoritariamente a las puertas de los consistorios, para hacer hincapié en la lacra del terrorismo machista, que en el primer semestre del actual ejercicio provocó la interposición de 844 denuncias por violencia de género en Castellón, lo equivalente a una cada cinco horas.

La plaza de las Aulas frente a la Diputación fue uno de los espacios en los que se concentraron los representantes políticos, en este caso con la corporación provincial al completo, para guardar un minuto de silencio.

El presidente provincial, José Martí, destacó que «tenemos que desterrar la violencia de género de nuestras vidas si de verdad aspiramos a ser una democracia igualitaria y justa», a la vez que sentenció que «eliminarla de nuestras vidas y proteger a las víctimas no es una opción, sino una obligación», postura que secundó a su vez el secretario general del PSOE provincial, Ernest Blanch.

Más apoyos

Además de los partidos que integran el equipo de gobierno, la oposición también conmemoró la jornada. La presidenta del Grupo Popular, Elena Vicente-Ruiz, explicó que «se ha avanzado mucho, pero hay que seguir trabajando todos los días contra esta lacra para erradicarla».

Por su parte, la coordinadora provincial de Ciudadanos, Cristina Fernández, reclamó medidas «efectivas» y puso de manifiesto la importancia de «la educación y concienciación como mejores armas para poder combatir la desigualdad».

Minutos después, la corporación local de Castelló hacía lo propio en la plaza Mayor. La alcaldesa, Amparo Marco, resaltó la necesidad de incorporar la igualdad al ámbito público: «Las mujeres somos el 50% de la sociedad y no se pueden hacer políticas ni pensar en el futuro de una ciudad o de un país sin la mitad de la población».

Del mismo modo, la Subdelegación del Gobierno, la Autoridad Portuaria, los Departamentos de Salud y la Universitat Jaume I, entre diferentes organizaciones, hicieron lectura de un manifiesto de repulsa a los asesinatos.

Misma imagen se repetía en el Palau de la Generalitat Valenciana, donde el president, Ximo Puig, acompañado de la vicepresidenta, Mónica Oltra; el vicepresidente, Rubén Martínez Dalmau; y la consellera Gabriela Bravo, recordaron con tres minutos de silencio a las víctimas.

Puig consideró que «es un día de clamar juntos y autoexigirnos para avanzar más rápidamente» y recalcó al respecto de la lacra social que «mientras exista violencia machista esta no es una sociedad decente».

En los municipios

Una vez más, calcada estampa la que recorrió la mayor parte de municipios de Castellón, con los alcaldes al frente acompañados en algunos casos, como en Segorbe, Morella o l’Alcora, de la sociedad civil a través de entidades sociales, de forma limitada y ordenada por el coronavirus.

No obstante, otras acciones complementaron las lecturas de declaraciones y los minutos de silencio. La proclama ni una més protagonizó en Vila-real la inauguración de un mural cerámico en la plaza Mayor, mientras que en Burriana el proyecto artístico #Filsperlaigualtat tiñó de morado las calles de la localidad con originales vestimentas de lana en palmeras y mobiliario urbano.

En Moncofa varios pares de zapatos rojos representaron durante la lectura del texto reivindicativo a las mujeres asesinadas y Benicarló, Alcalà de Xivert, Torreblanca o Vilafranca iluminaron sus edificios municipales de morado.

Asimismo, las redes sociales sustituyeron ayer parte de la actividad presencial, con la difusión de vídeos de sensibilización por parte de Benicàssim, Nules o Almassora. En Vinaròs los escolares crearon un mural, y en Onda, la Vall d’Uixó o Peñíscola los jóvenes pudieron optar a concursos de diferentes temáticas.

Y de nuevo en la capital de la Plana, una treintena de asociaciones llenaron con más de un millar de casitas de madera el Passadís de les Arts del parque Ribalta, donde también se puede visitar la exposición Mites de la violència masclista.

No obstante, en muchos lugares la programación se alargará durante toda esta semana con el objetivo de llegar cuanto antes a poner fin al terrorismo machista y avanzar al mismo tiempo hacia una sociedad igualitaria.

Informan: J. Ortí, I. Calpe, M. À. Sánchez, J. Nomdedeu, J. Flores, M. J. Sánchez, M. Mira y R. Martín.