El sector del transporte de Castellón dice adiós a un año complicado y recibe el 2021 con los retos de la burocracia del brexit y de reducir el retorno de camiones en vacío en las rutas internacionales. Otro caballo de batalla, que le ha llevado a adherirse a una campaña europea (de transportistas, sindicatos y cargadores), suscribe la necesidad de mejorar tiempos y condiciones en los lugares de carga y descarga para ganar operatividad; y una reivindicación más es que su flota de vehículos opte a las ayudas del Plan Renove nacional. Desde la Asociación Empresarial Castellonense de Transportes de Mercancías por Carretera (ACTM), su secretaria general, Lara San Miguel, apunta sobre la incidencia del brexit que existe «mucha incertidumbre». En estos días, unida la situación a los protocolos anticovid, ha dejado atrapados a transportistas en el Eurotúnel entre el Reino Unido y Francia, aunque no se tiene constancia de afección a asociados de ACTM. «Aún se están negociando muchos aspectos. Hay muchas incógnitas. Entre otras, si un transportista de la Unión Europea necesitará una autorización especial CEMT, o será suficiente su permiso de la UE. Estamos a la espera de la publicación de la normativa aplicable a partir de enero del 2021». Y añade que «otro aspecto que todavía se está negociando es el de los documentos (permisos, carnés o pasaportes) que deberá llevar a bordo un transportista para circular por el Reino Unido.

EL TIEMPO ES ORO EN UNA RUTA

«Parece ser que este país aplicará las normas de la UE sobre tiempo de trabajo, de conducción y descanso, tacógrafo, formación de conductores, pesos y dimensiones, limitadores de velocidad, cinturones de seguridad, desplazamiento de trabajadores y derechos de los pasajeros. Supondrá más burocracia, lo que incidirá directamente en las empresas de transporte», dice San Miguel. En Castellón, actualmente, los principales clientes del transporte en camión son azulejo, cítricos, fritas y esmaltes, «siendo Francia, Italia, Portugal, Alemania y Bélgica los principales destinos por carretera», matiza. Y en transporte internacional, otro problema son los camiones que regresan de vacío de viajes a Europa. «Según el Ministerio de Transportes, en transporte internacional se han elevado un 43% en los retornos en vacío, y en el nacional, un 8%. Implica pérdida de eficiencia y rentabilidad, y un grave varapalo», agrega San Miguel. «En la actualidad va mejorando la situación, pero el porcentaje de kilómetros en vacío es aún superior al previo al covid», añade. Castellón se ha sumado a una carta reivindicativa de la patronal europea y mundial dirigida a toda la cadena logística y de suministro, «para mejorar condiciones y tiempos en carga y descarga». «Se producen retrasos en los tiempos de las operativas, que ocasionan costes muy importantes a las empresas de transporte y no se pasan al cliente por miedo a perder trabajos; los asume el transportista», apunta. Y es que estos costes se traducirían en tener que contar con más personal y vehículos para un servicio que, en teoría, lo podría realizar uno. «Los clientes son reacios en poner a más personal, sobre todo, especializado», finaliza.