La ciudad de Castelló ha reducido sus emisiones de CO2 un 13 por ciento en diez años, según un inventario, "lejos" del 20 por ciento a que comprometía el Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía hasta 2020, según ha señalado este viernes el concejal de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Castelló, Fernando Navarro.

Navarro ha subrayado que es necesario un impulso de las políticas de descarbonización si se quiere situar a Castelló en la línea europea de lucha contra el cambio climático, y ha añadido que las actuaciones en infraestructuras públicas han cumplido, pero solo representan una "mínima parte" respecto al sector privado -12.351 toneladas de C02 frente a 373.304-.

El edil ha expuesto este viernes en rueda de prensa el inventario de emisiones de 2018 correspondiente al primer Pacto de Alcaldes, que fijaba una disminución de un 20% en 2020. Recoge las emisiones de acuerdo a los consumos energéticos, aunque falta información sobre el transporte privado que corresponde a la Agencia Valenciana de Energía.

Según ha indicado, el Acord de Fadrell, tal como aprobó en un Pleno de septiembre de 2019, tiene el compromiso de adherirse al Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía de 2030, que fija una disminución de otro 20% en la próxima década o un 40 % en cuanto a 2008.

Esta iniciativa la impulsó la Comisión Europea en 2007 para comprometer a las ciudades en la reducción de emisiones de efecto invernadero. Castelló se sumó en enero de 2009 y en septiembre de 2010 remitió el primer plan de acción (PACES). La Comisión Europa propuso unas correcciones y el documento definitivo tardó cinco años en remitirse, según ha lamentado Navarro, quien ha sostenido que el equipo de gobierno tiene presupuestada la elaboración de un nuevo plan de acción para renovar la presencia de Castelló en el Pacto de Alcaldes de 2030.

140 INICIATIVAS

El concejal ha señalado que la gran mayoría de las 140 iniciativas incluidas en planificación de 2020 se han ejecutado, pero "su impacto en las emisiones no ha sido óptimo".

Según ha señalado el consistorio en un comunicado, el informe de 2018 tiene contabilizadas 184.234 toneladas de C02, un 13% menos que en 2008, teniendo en cuenta que no se han contabilizado las del transporte privado.

El alumbrado público ha protagonizado una reducción de un 40% -de 6.143 a 3.706 toneladas-, que a nivel público compensa el aumento del 6% del consumo en edificios municipales debido a un incremento de los mismos -de 2.324 a 2.471 toneladas-. El sector servicios ha disminuido un 25% (de 124.097 a 92.895 toneladas- mientras el doméstico ha crecido un 7,82 %, de 78.987 a 85.162 toneladas).

Servicios acapara el 36% de emisiones, el sector doméstico el 27 %, el transporte un 37% y el alumbrado y dependencias públicas solo un 3%.

Así, el concejal ha destacado la necesidad de profundizar en políticas de planificación que incidan en el sector privado. Al respecto, ha puesto de manifiesto que únicamente el 10% de los edificios de más de 50 años han pasado el Informe de Evaluación de Edificios. Navarro ha resaltado la apuesta por mejorar la eficiencia energética y ha añadido que ahora existe la herramienta legal que permite la creación de comunidades energéticas locales para fomentar el autoconsumo.

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