El grupo socialista de la Diputación aseguró que desde la institución ya se «trabaja intensamente» para sacar cuanto antes las bases que regularán las ayudas económicas para hacer frente a la crisis contempladas en el presupuesto aprobado recientemente, y que cuantificó en 37 millones.

En una comparecencia telemática, los diputados del PSPV Santi Pérez y Ximo Huguet mostraron su malestar por la sesión extraordinaria celebrada el miércoles a petición del Partido Popular, y en el que se solicitaba la inmediata aprobación de las bases. Para Huguet, el pleno fue «vacío de contenido y fuera de lugar», en el que el objetivo del PP fue «intentar obtener rédito político transmitiendo la idea que de que en la Diputación no se están adoptando las medidas necesarias en una situación de crisis como la actual».

Pérez consideró «incomprensibles las acusaciones del Partido Popular, porque vienen de personas que pertenecen a un grupo que ha permanecido 24 años al frente del gobierno de la institución y son conocedores de que es imposible tener todas las bases redactadas en diez días». Además, afeó que hubieran «presentado por registro unas supuestas bases hechas deprisa y corriendo por el procedimiento del corta y pega, mezclando distintos tipos de programas que nada tienen que ver entre sí», y pidió «que se respete el papel determinante que tienen los técnicos y funcionarios en el proceso de bases». Sobre el coste, insistió en que solo los diputados del PP cobrarán por la asistencia, tras renunciar el resto de grupos.

La intervención de Huguet también hizo referencia a las ayudas para hacer frente a los efectos de Filomena «En febrero se hará una modificación de crédito, ya que es una medida que no se podía prever cuando se redactaron los presupuestos», comentó.

Diálogo

Respecto al tono del debate del miércoles, uno de los más tensos vividos en los últimos años en la plaza de Las Aulas, Santi Pérez se mostró «decepcionado» por el desarrollo de la sesión, y apeló al diálogo «porque entrar en una dinámica de confrontación no sería bueno para la institución y resultaría frustrante para la ciudadanía, en un momento de pandemia y crisis como el actual».