La Asociación Hostelera de Castellón (Ashocas), denuncia que las medidas del plan de desescalada anunciadas hoy por Ximo Puig son "una tomadura de pelo" y reflejan "una vez más que somos un sector que no importamos nada. Las medidas no reflejan la realidad en la que vivimos ahora mismo, una vez más nos vuelven a poner a la cola de la recuperación”, según su presidente, Álvaro Amores.

"Una pérdida de tiempo y una pantomima más dentro de las campañas de marketing que está llevando a cabo la Generalitat”. Así consideran la mesa de trabajo celebrada el pasado miércoles tras ver las decisiones adoptadas hoy por el Consell. “Volvemos a observar que nuestras reivindicaciones como conocedores del sector no sirven de nada, las medidas vuelven a ser ilógicas y siguen condenándonos a la ruina", asegura Amores.

Con estas condiciones, asegura, "muchos hosteleros no van a poder levantar la persiana, vuelven a ser excesivamente conservadores con las medidas cuando los índices son favorables a reactivar la hostelería”.

Ashocas exigió la apertura al 100% de las terrazas mientras se garantizase los dos metros de separación, mesas de hasta seis personas, un 30% en interiores y la equiparación en horarios como el del comercio “no esencial”. “No entendemos estos agravios comparativos entre sectores, o el capricho

del virus de contagiar más en la hostelería entre las 18.00 y las 20.00 horas”, dice

La entidad hostelera de la provincia de Castellón exige además a los ayuntamientos que activen de una vez el Plan Resiste que tras cuarenta días muchos ayuntamientos aún no los han puesto en marcha y aún “no hay ni un sólo hostelero que haya recibido un sólo euro”.

Según Amores: “el sector esta a punto de explotar, llevamos tiempo avisándolo y cada día que pasa las tomaduras de pelo ya rozan el esperpento, nos vemos en la obligación de volver a salir a la calle y a continuar con nuestras propuestas hasta que de una vez por todas se nos escuche de verdad, por desgracia parece que es la única forma que tienen de entender las cosas”