No es una amenaza inmediata para la citricultura provincial, pero sí a medio-largo plazo. Andalucía, al contrario que Castellón, no está viviendo un proceso de pérdida de superficie agrícola y está llevando a cabo un desarrollo de modernización en la producción que puede hacer que en un futuro próximo supere a la que se genera en la territorio valenciano.

La Unió de Llauradors pone un plazo: entre cinco y seis años si la situación no cambia. En la actualidad, Andalucía cuenta con 18.018 hectáreas de mandarinas, según los datos de la Junta, todavía por debajo de las 27.421 de Castellón. Pero al contrario que en la provincia, la tendencia es creciente, ya que solo dos años atrás tenía 15.000, concentradas sobre todo en la provincia de Huelva. En cuanto a la naranja, la extensión total es de 56.283 hectáreas, casi la mitad de ellas concentradas en Sevilla, un registro muy superior al de la provincia (6.388).

La producción citrícola en la pasada campaña, la 2019-20, fue en dicha región de 2.043.456 toneladas, indican los datos de la Junta, aún bastante inferior a las 3.067.517 de la Comunitat, pero con tendencia al alza, sobre todo en las mandarinas. En tierras valencianas, en contraste, no hay expectativas de crecer más debido al progresivo abandono de los campos de cultivo, tal y como publicó ayer el diario Mediterráneo.

Inversión

¿A qué se debe este crecimiento del sector citrícola en Andalucía? «Se produjo hace unos años una importante inversión en modernización de las fincas, que se han hecho más grandes, y en renovación de variedades», explican desde la delegación de Asaja de esta comunidad autónoma.

Todo lo contrario de lo que sucede en Castellón, donde el pequeño tamaño de muchos terrenos impiden afrontar procesos de automatización que sí se están dando en otros territorios; y donde tampoco acaba de calar la idea de acometer la renovación varietal.

«Con ello se ha intentado abarcar toda la campaña citrícola, ya que antes se focalizaba demasiado en la primera parte. Ahora la producción está mucho más repartida en el mercado», señalan. En la provincia, hay que recordar, más del 80% de la fruta que se obtiene es clemenules, que tiene un recorrido limitado en los lineales de los supermercados.

Desde la Asociación Andaluza de Viveristas y Floricultores hablan directamente de un desplazamiento de la producción desde la Comunitat hasta dicha comunidad autónoma, debido a que las fincas andaluzas son más extensas y están más tecnificadas.