La pandemia ha provocado un vendaval en el mercado de trabajo y ha destruido de un plumazo lo que costó un lustro recuperar. Solo en el último año, 6.274 profesionales de Castellón se han quedado sin empleo (en esta cifra no están los que se encuentran afectados por un ERTE), y aunque el turismo y la hostelería han sido los sectores más afectados, la realidad es que encontrar hoy un empleo en el sector privado es mucho más complicado que hace un año. Eso sí, si lo que se busca es trabajar para la administración la cosa cambia. El Estado, la Generalitat y los ayuntamientos vuelven a tirar con fuerza de las contrataciones y solo en el último año su plantilla ha aumentado en la provincia en 2.692 personas. O lo que es lo mismo: algo más de siete al día.

Los último datos que maneja la Seguridad Social no dejan lugar para las dudas. Castellón cerró el pasado mes de febrero con 30.248 empleados públicos (el número incluye funcionarios de carrera, pero también interinos, personal eventual... ), un 9,7% más que en el mismo mes del 2020, cuando se contabilizaban 27.556. Pero es que, además de superar la barrera de los 30.000 trabajadores, se trata de la cifra más alta desde el 2013, cuando el Gobierno empezó a sacar la tijera, vetó la incorporación de nuevo personal y situó la tasa de reposición en el 10%.

Pero, ¿cómo se explica el subidón de empleados públicos en Castellón en un año en el que apenas se realizaron oposiciones y la oferta de empleo fue pácticamente cero? La clave está en el covid, que ha obligado a las Consellerias de Sanitat y Educación y a la administración del Estado a echar mano de las bolsas para reforzar el personal que trabaja en hospitales, ambulatorios o en el Servicio Estatal de Empleo, y atender la creciente presión asistencial o la avalancha de solicitudes de ERTE o del Ingreso Mínimo Vital (IMV).

SANITARIOS DE REFUERZO

De los 30.248 empleados públicos con los que cuenta en estos momentos Castellón, 19.139 trabajan al servicio de la Generalitat Valenciana, una cifra que ha aumentado en casi 2.200 efectivos durante el último año, siempre según los datos de la Seguridad Social. La Conselleria de Sanitat es la que más ha aumentado su personal y durante la pandemia ha contratado en la provincia a 1.118 profesionales de refuerzo, entre médicos, enfermeras, auxiliares o celadores, una cifra que los sindicados consideran claramente insuficiente. «Durante la pandemia se han agotado totalmente las bolsas de médicos y enfermeros en Castellón, aunque sí quedan bolsas de celadores, auxiliares de enfermería y auxiliares administrativos», explica Javier Estrada, presidente del sindicato CSIF en la provincia, que esta misma semana ha preguntado a Sanitat si va a prorrogar unos contratos que, en teoría, expiran el 31 de mayo. «También reivindicamos, como venimos haciendo desde hace mucho tiempo, la necesidad de dotar de más personal a la sanidad pública, un incremento que estimamos en unos 11.000 efectivos en la Comunitat», explica.

Sanitat ha contratado más personal y la Conselleria de Educación, también. «Al principio de curso se crearon nuevos puestos de trabajo de personal de apoyo en los centros y ha habido mayor movilidad tanto en las bolsas de trabajo ordinarias como en las adjudicaciones de puestos de difícil cobertura», añade Estrada, aunque puntualiza que la mayoría son contratos de carácter temporal. Y al igual que sucede con Sanitat, la Conselleria de Educación aún no se ha pronunciado sobre qué va a suceder con esas plazas, que en Castellón superan las 600.

COLAPSO EN LA SEGURIDAD SOCIAL

La administración autonómica ha reaccionado, pero en la central los refuerzos han llegado a cuentagotas. «Ha habido algún departamento que se ha dotado de más personal, aunque han sido los menos», lamenta Pilar de Vera secretaria general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO. Desde CSIF la impresión es la misma. «Los centros de trabajo del SEPE y de la Seguridad Social han incrementado sus cargas de trabajo hasta multiplicarlas por cuatro, carga que han tenido que ser asumida por plantillas que ya de por sí presentaban carencias de personal. Y la administración ha tardado en reaccionar, contratando personal interino tarde y de manera insuficiente».

Emilio Llanos, responsable de la Federación de Servicios Públicos de UGT de Castellón, calcula que en una década la plantilla de la Seguridad Social en la provincia se ha reducido en más de un 25%. «Una cuarta parte de los efectivos se han jubilado y esas plazas no se han cubierto», explica. La situación lejos de mejorar podría ir todavía a peor, sobre todo, si se tiene en cuenta que la media de edad de la plantilla de la Administración del Estado en Castellón oscila entre los 53 y los 64 años.