La demora en las gestiones municipales motivada por el hackeo del sistema informático el pasado 30 de marzo por parte de ciberdelincuentes forzará a que el pleno del próximo jueves (29 de abril) sea eminentemente político en el Ayuntamiento de Castelló.

Los puntos sobre gestión como trámites de expedientes, iniciativas, subvenciones, propuestas o ejecuciones urbanísticas que suelen incorporarse en el orden del día ordinario del pleno serán prácticamente nulos ya que el encriptado de los datos dificulta, todavía más, el desarrollo del día a día en el municipio de la Plana. Los que sí que podría recoger dicho orden del día son daciones de cuenta o resoluciones de alcaldía, que no se someten a debate por parte de la corporación municipal en el pleno.

Comisiones vacías

Así, la sesión, que podría ser presencial ya para los concejales, se limitaría a un debate político con la intervención, también y a petición propia, de la concejala de Recursos Humanos y de Innovación Tecnológica y Administración Digital, Monica Barabás. El objetivo de la participación activa de la edila de este área es dar cuenta del cibertaque sufrido por el consistorio y del que todavía no se ha recuperado pese a los esfuerzos de los técnicos y los especialistas en este tipo de delitos informáticos.

Esta situación moderada en la gestión municipal ya se reflejó ayer en las tres comisiones plenarias que se celebraron en el Menador y donde es habitual que se informe sobre los asuntos que el pleno aprobará la semana siguiente. Sin embargo, dichas comisiones estaban ayer vacías de contenido. Tan solo reflejaban la aprobación del acta de la sesión anterior y los correspondientes despachos extraordinarios donde los diferentes grupos políticos municipales presentaron las mociones y declaraciones institucionales que consideraron oportunas a la espera de que la junta de portavoces del lunes las apruebe o las desestime finalmente para que puedan ser llevadas al pleno del jueves.

Ruegos y preguntas

Solamente en la comisión de Gobierno Interior se sumó un punto en el que se dio cuenta de las solicitudes de intervención en el turno público de ruegos y preguntas ante la corporación municipal, tal y como ya es habitual en estas sesiones.

De esta forma, el primer pleno tras el hackeo carecerá de aprobaciones de importancia para la ciudadanía y sin apenas avances en la gestión municipal que progresa a cuentagotas. En este sentido, hay que recordar que el consistorio ha recuperado algunos servicios como la atención presencial a la ciudadanía o la página web municipal aunque todavía falta trabajo que realizar para recuperar la normalidad al completo. 

El Acord de Fadrell pacta tres textos y difiere en uno

Las comisiones plenarias de estudio que se celebraron ayer en el Menador, vacías de contenido de gestión, solamente recogieron las diez mociones o declaraciones institucionales presentadas por el Acord de Fadrell, Compromís, Podem, el PP y Vox. En este sentido, cabe destacar los tres textos consensuados del equipo de gobierno sobre instar a los registros a informar de las inmatriculaciones de la Iglesia desde 1946 al 2015; el apoyo al pueblo saharaui e instar al Consell a adaptar la estrategia autonómica de salud mental a la situación postcovid. Sin embargo, la petición de paralización de la ampliación del puerto de València solamente ha contado con la firma de Compromís y Podem, sin que el PSOE se haya pronunciado sobre esta situación.

El PP presentó tres mociones: en relación a las inundaciones en la Marjaleria, la paralización de la remodelación de la avenida de Lledó y que se autorice a la hostelería de Campoamor a sacar mesas y sillas a la calle. Vox apostó por defender bonificaciones y ayudas para familias numerosas, la regeneración del mercado inmobiliario y eliminar la okupación.