Serán, sin duda, unas fiestas de la Magdalena diferentes marcadas, todavía por el covid. Y con el fin de que Castelló lo tenga todo preparado antes del 19 de marzo, día en el que comenzará la semana grande, el Ayuntamiento ya ha comenzado a trabajar de la mano del món de la festa y con Salud Pública para que la ciudadanía pueda disfrutar de la Magdalena tras dos años sin fiestas.
Según ha podido saber el periódico Mediterráneo, el consistorio está planteando diversas propuestas que pasarían por el cambio de ubicación de algunos mesones como el de foodtrucks (hasta ahora en la plaza Pont i Gol) y el control de aforo y cumplimiento de medidas sanitarias en el interior de los mismos por parte de los licitadores. Lo mismo sucederá con las collas o entes vinculados que monten carpas o abran locales para su uso durante la semana. Serán ellos los responsables de las condiciones anticovid. Las mismas fuentes aseguraron que al consistorio no le temblará el pulso si tiene que cerrar alguno de los recintos en el caso de que no cumplan con las directrices sanitarias.
Otras variaciones motivadas por el coronavirus serían el cambio de recorrido del Pregó y cabalgata infantil para que discurrieran por viales más amplios e intentar evitar aglomeraciones (como ha ocurrido con la cabalgata de los Reyes Magos), así como el de la ofrenda de flores a la Virgen del Lledó que no podrá ir por su vial habitual al estar este inmerso en las obras de remodelación. La Romeria será otro de los actos con restricciones. El Ayuntamiento baraja la posibilidad de que no haya almuerzo oficial en Sant Roc de Canet ni paella monumental en la explanada del ermitorio al que podría estar limitada la entrada el día grande de la ciudad. La campana de la Magdalena estaría este año en silencio para evitar el trasiego de gente.
En cuanto a la Encesa, este acto es candidato a no celebrarse en la avenida Rey Don Jaime como viene siendo habitual para que no se generen multitudes y cada gaiata sería conveniente de que encendiera el monumento en su propio sector para evitar riesgos.
Encuentro de trabajo
En cuanto a la reunión que ayer mantuvo el concejal de Fiestas, Omar Braina, con el director de Salud Pública en Castellón, Carles Escrig, para abordar la planificación de las próximas fiestas de la Magdalena, el edil aseguró que «vamos a seguir trabajando de la mano para ajustar la programación de las próximas fiestas y hacer una Magdalena diferente, condicionada y segura. Es importante ser prudentes y responsables», dijo Braina.
Escrig hizo hincapié en que el futuro de la situación epidemiológica es de incertidumbre y hay que tener en cuenta el cumplimiento de medidas anticovid».
Grupo municipal del PP
Por su parte, la concejala del PP en el Ayuntamiento de Castelló María España confió ayer en que las festividades de la Magdalena del 2022 «sean fruto de la colaboración entre todos y respeten e integren a los entes vinculados, sin dejarlos al margen como se ha hecho con el borrador de los nuevos estatutos de fiestas que ha realizado el consistorio capitalino, y que la alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, pretende aprobar, sin que estos recojan las conclusiones del IV Congreso Magdalenero acordadas entre todos los participantes en la Asamblea de Fiestas, que además suponen una absoluta politización de las fiestas y ponen en riesgo la conservación de las tradiciones», señaló la concejala. Hay que recordar que los estatutos serán aprobados por el pleno próximamente. España hizo estas declaraciones tras la reunión de la primera edila y el concejal Omar Braina con el ‘món de la festa’ que tuvo lugar el pasado lunes y en la que los asistentes acordaron la celebración de las fiestas fundacionales de Castelló adaptadas a la normativa sanitaria del covid.
