La movilización máxima de recursos hacia Bienestar Social cristaliza en el I Plan de Inclusión y Cohesión Social, que marca la hoja de ruta del periodo 2022-25 en la materia para la ciudad de Castelló. Este documento, que se aprobará en el pleno municipal del jueves, concreta 44 medidas -19 de ellas de nueva creación- y se ha definido en base a un análisis DAFO y tras la participación y consulta de 91 entidades sociales. El Ayuntamiento invertirá en el 2022 una cifra récord de 17,41 millones de euros en Bienestar Social, un 16% más que el año pasado, y un 286% más que en el 2015, cuando Amparo Marco obtuvo la alcaldía.

«Este I Plan de Inclusión es una herramienta de transformación social para asegurar el bienestar de la ciudadanía gracias a la definición de un plan de acción hasta el 2025 con medidas para corregir los factores que generan desigualdad y vulnerabilidad social», indicó la alcaldesa. El plan se articula en torno a seis líneas estratégicas, 10 retos y 19 objetivos operativos que se concretan en 44 medidas que se darán a conocer en los próximos días. «Es la hoja de ruta para continuar mejorando las acciones de inclusión y avanzar hacia un Castelló más cohesionado, plural y diverso, en el que todas las personas tengan las mismas oportunidades», añadió Marco. 

La primera edil presentó las líneas maestras del Plan junto a la concejala Mary Carmen Ribera. La alcaldesa explicó que para definir lo se realizó primero una fase de recogida y estudio de datos; y luego otra de participación a la que se invitó a representantes de 91 entidades sociales, miembros de la Comisión de trabajo e Impulso de Castelló del Consejo Social de la ciudad y a personal técnico.

Estudio

Una de las conclusiones positivas de esta fase preliminar de estudio fue concretar que el 96,23% de la población vive en secciones censales con niveles bajos o residuales de vulnerabilidad, y solo un 3,77% en secciones con vulnerabilidad media. 

También se ha señalado como fortaleza la amplia red asistencial en la ciudad.

Entre los principales retos a los que se enfrenta la ciudad, el plan destaca los relacionados con los cambios demográficos que se están produciendo, el agravamiento de las situaciones de vulnerabilidad y la corrección de las situaciones de desigualdad que sufren las mujeres, entre otros. 

Las seis líneas estratégicas del plan son: inclusión sociolaboral: acceso a la ocupación de calidad; garantía de prestaciones; garantía de protección de derechos y acceso a los servicios públicos; garantía de equidad territorial y cohesión social; atención a la infancia y adolescencia y reducción del empoderamiento infantil; y promoción de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, con especial consideración a la lucha contra la feminización de la pobreza.