El Ayuntamiento de Castelló tiene previsto comenzar la última fase --entre la escultura de Tombatossals y la plaza María Agustina-- de la remodelación de la avenida de Lledó este mismo mes. El objetivo principal es acelerar los trabajos durante el verano para ocasionar las menos molestias posibles a los vecinos y comerciantes de esta parte más urbana de la actuación urbanística. Para el Acord de Fadrell es primordial, tal y como marca Europa, priorizar el uso del espacio público para peatones y ciclistas y así lo contempla en este proyecto cuyas obras ya están muy adelantadas en los dos primeros tramos --desde la basílica hasta el Tombatossals--.

La reforma, que afecta a algo más de un kilómetro, sigue los plazos previstos y estará terminada a finales de este año. «Se trata de un proyecto transformador de la ciudad de Castelló», afirmó ayer el concejal de Movilidad, Jorge Ribes, en relación a esta obra que tiene un presupuesto de 3,3 millones de euros cofinanciados al 50% por la UE a través de los fondos Feder y el Ayuntamiento de Castelló.

En cuanto al número de las plazas de aparcamiento en esta zona, una de las cuestiones que más preocupaba a los vecinos, el consistorio ha optado, finalmente, por mantener el huerto urbano de la calle Francisco Ruiz y repartir las casi 300 plazas de estacionamiento que iban en este solar por las calles colindantes al mismo. El cambio que tendrá lugar, con el fin de que quepan más vehículos, es que el aparcamiento se realizará en batería y no en cordón como en la actualidad.

Imagen del huerto urbano próximo a la avenida de Lledó. ERIK PRADAS

Finalmente, y en relación a la valla que rodea el parque Rafalafena, la empresa adjudicataria de la obra ya ha retirado el tramo que recae sobre la avenida de Lledó y la ha trasladado hasta Tetuán XIV donde permanecerá hasta que el consistorio determine su nueva ubicación en la ciudad.