David Monferrer afronta con ilusión las que serán sus primeras fiestas patronales como alcalde de Llucena. Y lo hace, en primer lugar, agradeciendo la implicación de todos los que colaboraron en las pasadas fiestas de agosto. “Me siento orgulloso de los que han estado al lado, trabajando con esfuerzo y tesón”, apunta. “Aunque todo se puede mejorar, lo que está preparado se ha organizado con las mejores intenciones de agradar y complacer a la gran mayoría de vecinos y visitantes”, observa.

Las de ahora --recuerda Monferrer-- son las fiestas que la gente del pueblo “más disfruta porque son más caseras”. Y aunque reconoce que algo han variado con los espectáculos musicales, sigue prevaleciendo la tradición. “Tendremos un tributo a Fito y los Fitipaldis el último viernes de festejos”, añade el alcalde.

“Son días de tradición y fervor religioso con la celebración de Sant Miquel y Sant Hermolao, copatrono y patrono, respectivamente, de Llucena”, comenta. Destacando el día patronal como una “entrañable jornada de recuerdo y homenaje a nuestros octogenarios” y añade que “ese día los más mayores aprovechan para reunirse con familiares y nietos más distantes”.

Finalmente, el alcalde recuerda que las fiestas suponen mucho gasto e invita a los vecinos y visitantes a contribuir con una aportación voluntaria de 40 euros que “supone una importante fuente de ingresos”. H