Primera RFEF

CD Castellón | El nuevo Calavera

Lo apuntan las sensaciones y lo avalan los datos: el centrocampista ha dado un paso hacia adelante desde la llegada de Dick Schreuder

Josep Calavera, en Castalia con el CD Castellón.

Josep Calavera, en Castalia con el CD Castellón. / Gabriel Utiel

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Cada vez que el espectador pestañea en Castalia, Josep Calavera está aplicándose en una labor diferente. El nuevo Calavera ordena el juego con la misma personalidad que el viejo Calavera, barre en las coberturas con la determinación habitual, y asea y tensa los pases con la precisión de siempre, pero, atendiendo a las demandas del entrenador Dick Schreuder, ha añadido a su repertorio una serie de matices que han enriquecido su valía como futbolista. Lo apuntan las sensaciones y lo avalan los datos: el centrocampista orellut ha dado este año un paso hacia adelante.

Ya era bueno, pero ahora es mejor.

Josep Calavera Espinach (Cabra del Camp, Tarragona) llegó al Castellón antes de cumplir los 20 años, en el verano del 2019. Se formó en la cantera del Nàstic, pasó por la del Barça y había estado cedido en el Lleida por el propio Barcelona. El fichaje de Calavera fue de todo menos casual. Respondía a la principal necesidad que había detectado el entonces entrenador albinegro y hoy míster del Sabadell, Óscar Cano. Por hacer memoria: en la temporada previa, en Segunda B, Cano había heredado un equipo que no le ganaba a nadie, en crisis de resultados e identidad, y había evitado el descenso en el último minuto de la última jornada. El Castellón sufrió muchísimo, pero salvó los muebles y tenía un plan.

El plan de Cano

El plan de Cano necesitaba de alguien como Calavera. Así lo explicó el entrenador en Mediterráneo: "Teníamos buenos futbolistas, pero eran demasiado distintos entre sí. Teníamos que buscar la manera de casar todo eso, de conseguir que fueran complementarios". Para eso, aquel verano llegaron a Castelló, como caídos del cielo, los centrocampistas Carles Salvador y Josep Calavera, que cosieron un equipo ganador. "Fue la gran diferencia de un año a otro. Totalmente. De hecho, la pérdida de Calavera en el mercado invernal nos hizo perder parte de nuestra esencia", desgranó Cano, ya en el 2020, saboreando el milagro. Aquel equipo que meses antes se desplomaba hacia Tercera había conseguido el ascenso a Segunda División.

Óscar Cano remendó la ausencia de Calavera retrasando a Rubén Díez a la base de la jugada. Calavera ya no estaba porque en el mercado invernal de su primera temporada en el Castellón recibió una propuesta golosa del filial de un gigante del fútbol español. El centrocampista catalán se marchó al Atlético de Madrid y al poco tiempo estalló la pandemia del covid, que todo lo condicionó. En la temporada siguiente no consiguió arraigar en Madrid, y luego tampoco destacó en el Deportivo de la Coruña, la siguiente estación. Mejor para el Castellón: los albinegros lo recuperaron en julio de 2022.

Josep Calavera y Manu Sánchez, en Castalia.

Josep Calavera y Manu Sánchez, en Castalia. / Gabriel Utiel

El regreso

De vuelta a Castalia, resurgió el amor. Fue como si el tiempo no hubiera pasado. Fuera quien fuera el entrenador, Calavera echaba el ancla en la posición de mediocentro, movía la batuta y ordenaba la función. Eso sí: jugó tanto y de una manera tan generosa que llegó agotado al play-off.

Tras la derrota en la promoción de ascenso contra el Alcorcón, el Castellón anunció la salida de Albert Rudé y la llegada de Dick Schreuder, que antes de aceptar el cargo había analizado a conciencia lo que iba a tener entre manos. Como está ocurriendo con otros futbolistas heredados de la campaña anterior, el método de trabajo del técnico neerlandés iba a pulir el fútbol de Josep Calavera para trasladarlo a una dimensión superior.

Lo explicó recientemente Schreuder, contestando en sala de prensa una pregunta de Mediterráneo: "Enseñamos a Calavera lo que queríamos de él, en esa posición, para la manera en la que queremos jugar. Más regates, más riesgo yendo hacia adelante, más pases verticales...". De alguna manera, el futbolista debía reaprender, como otros compañeros, muchos conceptos que tenía interiorizados y automatizados desde su etapa de formación. "Hablamos con él, le enseñamos vídeos y le convencimos. Calavera es uno de los jugadores que se han desarrollado muy bien y encajan en nuestro estilo", añadió el técnico.

Los números

Tan bien encaja Calavera en el Castellón a sus 24 años recién cumplidos que es el jugador de campo con más minutos disputados en lo que va de Liga. Titular siempre en el líder de la categoría, solo se ha perdido 6 minutos. Sobre el césped, todo ese trabajo está ofreciendo réditos.

Según los datos facilitados por Guillermo Viciano (CDCS Stats), Calavera ha mejorado, respecto a la temporada anterior, en pases (de 47 a 55 de media por cada 90 minutos), en pases en profundidad (de 0,23 a 0,7), en pases al área (de 0,66 a 1,52), en pases hacia adelante (de 15,26 a 19,79), en centros (de 0,26 a 0,73) y, entre otros aspectos, en acciones totales (de 77 a 86).

Porque ya era bueno, pero ahora es mejor.

Calavera se abraza con sus compañeros.

Calavera se abraza con sus compañeros. / Gabriel Utiel