CD Castellón | El viaje de Chirino

El último día de agosto, el Castellón anunció el fichaje de Daijiro Florencio Chirino. El joven futbolista neerlandés llegaba a Castalia procedente del PEC Zwolle, donde acababa de ascender a la máxima categoría bajo las órdenes de su actual entrenador, Dick Schreuder. En el Castellón, poco a poco, Chirino ha ido ganando protagonismo. Ha sido titular en las dos últimas citas en casa en posiciones distintas. También fue el único titular en Copa que repitió en Liga. Por aquí o por allá, de carrilero o de central, a los 21 años y en un país nuevo, va arañando minutos mientras sigue buscando su sitio.

El perfil bajo que gasta Chirino ha caído en gracia en el vestuario. Es un chico, cuentan, con los ojos y los oídos abiertos. Los veteranos valoran su capacidad para escuchar y después llevar a la práctica lo aprendido. Sobre todo destacan el respeto a los mayores y a los códigos no escritos del fútbol. En su primera experiencia fuera de casa, y mientras se esfuerza por aprender castellano, Chirino ha llegado al Castellón con la actitud adecuada. Además, sobre el verde a sus compañeros les impactó enseguida una cualidad: la capacidad física. «Es un superdotado», deslizan.

Versátil

Controlar ese despliegue físico puede ser una de las claves en el desarrollo de su carrera. Chirino es una apuesta de presente, pero también de futuro. A veces un exceso de ímpetu le puede causar una mala jugada, como el penalti que cometió contra el Cacereño en la prórroga. En otras, cuando tritura rivales a la carrera o se impone en un duelo, se vislumbra el jugador que puede llegar a ser.

Contra el Atlético B en Castalia, fue titular en el carril diestro por la ausencia de Manu Sánchez. El domingo contra el Alcoyano cubrió, en lugar de Iago Indias, la zona del central derecho. «Son dos posiciones que puedo manejar bien», declaró Chirino en su día, tras un duelo contra el Heracles, preguntado por este aspecto. «El trabajo como lateral es dar mucho gas en la banda», añadió. 

Desde el carril diestro, dando gas, anotó su primer gol en Castalia. Fue al Real Madrid Castilla. Recibió un pase de Jeremy de León, bailó al defensa con un quiebro y definió con clase por alto. La pelota entró tras tocar en el larguero y Chirino, feliz, cruzó el campo para abrazarse a Haris Medunjanin, compañero también en aquel Zwolle y mentor de los jóvenes talentos.

Chirino, que empezó a jugar a fútbol en el ASC Waterwijk, ingresó en la academia del Zwolle a los 12 años y fue escalando en la estructura del club hasta asomar en el primer equipo, donde sumó 31 partidos. Internacional en las inferiores de Países Bajos, fue citado también por la selección de Curazao, al disponer de la doble nacionalidad.

El fichaje

Este verano afrontaba la temporada en el PEC Zwolle con la intención de consolidarse en el equipo titular. Sin embargo, a finales de agosto ocurrió un incidente que lo cambió todo. Chirino llegó tarde a un partido, el entrenador lo castigó y lo aireó en público y el agente del jugador criticó la maniobra en la prensa. El Castellón, que según el medio local De Stentor ya estaba interesado en el futbolista, aceleró para llegar a un acuerdo. Como es norma en el club orellut no trascendieron las cifras, pero en los Países Bajos se asegura que el Zwolle mantiene un porcentaje de sus derechos.

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«Nos hubiera gustado mantener a Daijiro aquí, pero a veces te encuentras en una situación en lo que esto es lo mejor para ambas partes», dijo Mark Coonen, director técnico del Zwolle, entonces. Y lo mejor para Chirino era comenzar este viaje. 

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