No sirven solamente para mantener las tradiciones y honrar a la patrona de la ciudad, sino que también pretenden ser un incentivo para promocionar el turismo en el municipio.

Y es que las autoridades locales consideran que las fiestas de Peñíscola son un buen incentivo para atraer visitantes en el mes de septiembre, de manera que cuando otros destinos prácticamente han concluido la temporada con el fin de agosto, el municipio sigue registrando una actividad "aceptable" durante los festejos patronales, que este año acaban el día 20 de septiembre.

Según el presidente del Patronato de Turismo, Rafael Suescun, "gracias a las fiestas la temporada turística se alarga y estamos convencidos de que, una vez más, favorecerán las reservas hoteleras y la llegada de turistas". Uno de los datos que confirma estas impresiones es el número de visitas a la oficina de turismo, que refleja niveles similares a los de julio y agosto.

Por su parte, el edil de Fiestas, Agustín Roca, explica por que uno de los grandes incentivos para los visitantes son los espectáculos taurinos, "que durarán casi una semana, más que en otros municipios cercanos, con vaquillas de día, toros embolados y unos encierros nocturnos que tienen mucho éxito entre el sector de los jóvenes".

Además, desde el Patronato se destaca especialmente la combinación de turistas y visitantes procedentes de localidades vecinas. Algo que, apuntan, ayuda a animar la actividad complementaria, como bares y restaurantes.

Roca también explica que, a la hora de preparar el programa, se ha tenido en cuenta la afluencia de jóvenes. "Para ellos están pensados los conciertos de El Arrebato y de Los Chichos, que además de a la juventud atrae a otras generaciones", indica. Unos conciertos que, en esta ocasión, serán en la carpa de fiestas.