La situación es “crítica”. Los agricultores y ganaderos de Els Ports lo están pasando “bastante mal” por la sequía que está azotando a los campos de la comarca y las soluciones pasan por la llegada de precipitaciones. Las tierras están secas y no crece la hierba, lo que puede ser una “bomba” cara al verano por el riesgo de incendios.

En la masía d’En Ros, Vito Miralles narra que “esta situación se arrastra desde hace cuatro años y este último invierno ha sido muy seco”. Los manantiales se agotan, el terreno está muerto y los animales no pueden comer hierba.

A todo esto se une la crisis económica debido a que “se multiplican los gastos con la comida y en unos dos meses tocará comprar también el agua para la balsa, que está bajo mínimos”, añade Miralles. Y es que las precipitaciones de esta estación no han sido suficientes y las reservas de agua “bajan sin freno al no caer nada del cielo”, señala el ganadero.

LOS DATOS // Durante el mes de enero, el observatorio meteorológico de Morella acumuló unos 30,7 l/m2. En febrero fueron solamente 9,5 l/m2 y con fuertes heladas que no fueron buenas para el campo. Cara a la agricultura, si en tres semanas no llueve, “se echará a perder la cosecha anual”.

No obstante, las predicciones indican que en los próximos días se podría dar oxígeno a la complicada situación, tal como informó el profesor José Agustín Amela, quien predijo que “pueden caer entre 20 y 30 l/m2, entre el martes y el miércoles, con un cambio notable que empieza a principios de semana”. Así, el experto cree que se está viviendo “un caos con temperaturas máximas más propias de los meses de verano”. H