A Infundio le brindaron otra oportunidad, como a los toreros. Aquella mañana del 11 de julio el Fuente Ymbro se despidió de los suyos cuando sonó el cohete pensado que aquel era su último encierro. Ayer, cosas de la vida, abrió el último cartel de la feria del Roser en el que Aficionades Taurines vencieron sobre el ruedo el duelo con Aficionats al Bou.

Almassora parecía Pamplona en los días correlativos al 7 de julio. No solo por el cielo gris con el que amanece la capital navarra, sino por la presencia de aquellos que se juegan la vida sobre sus adoquines y que llenaron la Vila en busca de un reencuentro que parecía imposible hace tres meses y dos días. El mediático astado de Ricardo Gallardo no aprovechó la oportunidad para quitarse el sambenito de flojo. Sin embargo, sí lo hizo Carlos Martínez, que se midió al ejemplar que no pudo correr en los pasados sanfermines como sí lo hicieron Juan Luis Marín, Sisco, Iván García o Óscar Ortega, que ayer repitieron proezas en La Estafeta de La Plana.

BUEN TORO DE LAS MONJAS // No había despertado tanta expectación en cartel el de Las Monjas de Aficionades Taurines que salió con una baza en el bolsillo mientras la nueva presidenta, Susana Pons, cruzaba los dedos. Debió dar resultado el invento, puesto que Cantaor dio un recital de bravura tras entonar los primeros compases con Borja sobre la arena. En las calles remató, tuvo movilidad y se entregó en los cites como regalo a las de rosa .

De más veteranía pueden presumir los de Aficionats al Bou, que depositaron su confianza en un ejemplar de Cebada Gago, con el que quisieron rendir tributo al ganadero fallecido. Pero Boliviano no demostró ese picante del que presumen los cebaditas y, tras templarlo El Bicho de salida se dejó ver por las abarrotadas calles. H