Si hace unos día este periódico publicaba la noticia del traslado de material de las aulas prefabricadas al nuevo colegio Ángel Esteban de Benicarló, a día de hoy, los vecinos del centro educativo y padres de los alumnos han mostrado su preocupación por el estado de abandono que presentan los terrenos aledaños al colegio. “Es penoso”, comentan indignados al contemplar los residuos que se acumulan en las parcelas colindantes. “Está previsto que el próximo 11 de diciembre comiencen las clases y dudamos que para entonces todo esté en condiciones”, apuntan.

El hecho ha venido a empañar la alegría, tras varios años de espera, de la inminente puesta en marcha de la infraestructura educativa, y solicitan al Ayuntamiento que tome cartas en el asunto. “El actual gobierno, hace unos meses, instaba a la hoy oposición a que pidiera a los propietarios de fincas de una zona que procedieran a su vallado y limpieza -recordó un vecino-, y ahora, ¿qué van hacer?”, cuestionaba.

Mientras esperan a que se solucione el problema de las condiciones de salubridad del entorno, en el interior del centro, la comunidad educativa, con la colaboración de las familias que voluntariamente se han ofrecido a ayudar en las labores de traslado y organización, continúan trabajando para que el próximo día 11 todo esté listo y puedan empezar las clases en las nuevas aulas con normalidad. Asimismo, los técnicos municipales de Urbanismo también están llevando a cabo las gestiones necesarias para dotar al colegio de todos los servicios de electricidad, luz y telecomunicaciones, que precisará el nuevo centro para su funcionamiento.

Antes, el próximo lunes, 4 de enero, tal como avanzó la directora, Mar Orero, está previsto que se firme el acta de ocupación. H