La única entidad bancaria que en la actualidad prestaba servicio en Santa Magdalena cerró ayer sus puertas, dejando a los vecinos de esta localidad sin sucursales. Hasta ahora, los ciudadanos disponían únicamente de dos días a la semana para realizar trámites en persona. De momento, queda operativo el cajero para que los clientes puedan realizar determinados trámites.

El alcalde de la población, Sergio Bou, lamenta que son «una población con mucha gente mayor, que ahora se tendrá que desplazar hasta Alcalà para hacer gestiones».