San Joan de Penyagolosa será el «emblema turístico y patrimonial del interior» de la provincia de Castellón. Es el objetivo del proyecto de restauración y dinamización que llevará a cabo la Diputación, tras la cesión de la gestión del santuario por parte del Obispado de Segorbe-Castellón.

De hecho, la restauración y dinamización del conjunto arquitectónico del santuario revertirá en nuevas oportunidades turísticas para el territorio, al consolidarse como centro de recepción de visitantes de Camins de Penyagolosa y constituirse, además, como un centro lúdico y turístico en el que poder disfrutar del patrimonio natural e histórico que envuelve el emblemático enclave.

Inicio de trámites

Así lo puso ayer de manifiesto el presidente de la institución provincial, Javier Moliner, quien ve en este inicio de los trámites para gestionar este conjunto arquitectónico «un antes y un después para el turismo cultural del interior». Para Moliner, este proyecto supone «un reto con el que atraer nuevas oportunidades; vamos a recuperar y dignificar esta joya patrimonial religiosa. Y si el castillo de Peñíscola es el emblema turístico y patrimonial de la costa de Castellón, Sant Joan de Penyagolosa lo es de nuestro interior».

Cabe recordar que el Obispado Segorbe-Castellón, titular de los inmuebles, ya ha autorizado a la Diputación para iniciar todos los trámites pertinentes para licitar las obras en la mayor brevedad posible para sacar adelante un proyecto de esta envergadura.

En ese sentido, Moliner puso como ejemplo los buenos resultados del ambicioso trabajo realizado con el Plan Director del Castillo de Peñíscola «a favor de la dinamización turística en la provincia a través de un enclave patrimonial orgullo del territorio».

Dignificación patrimonial

«Este paso histórico que hemos dado al hacernos cargo de Sant Joan de Penyagolosa caminará con la finalidad de dignificar nuestro patrimonio y su puesta en valor con la finalidad de posibilitar un mejor futuro para todos nuestros pueblos», manifestó el presidente del gobierno provincial.

Esta actuación se contextualiza en su plan por preservar, revalorizar y dar a conocer al mundo el patrimonio material e inmaterial de los Camins de Penyagolosa. «Esta restauración del espacio arquitectónico de Sant Joan se sitúa en el eje central de la candidatura a Patrimonio Mundial para seguir poniendo en valor las peregrinaciones que desde hace más de 600 años tienen lugar desde nuestros pueblos a Sant Joan», incidió Moliner. De hecho, ha sido desde antiguo y sigue siendo meta de numerosas rogativas, desde Vistabella, Culla, Xodos, Castillo de Villamalefa, Ludiente o les Useres, entre otros, que cada año atraen a numerosos visitantes para acompañar a los peregrinos a las salidas de las poblaciones.

Conjunto de edificaciones

El santuario es un conjunto de edificaciones que asemeja un pequeño poblado. Está situado en el término municipal de Vistabella del Maestrat, a los pies del macizo del Penyagolosa, el pico más alto de la provincia y segundo de toda la Comunitat, tras el Cerro Calderón. Situado a nueve kilómetros de la población, se configura como el elemento arquitectónico emblemático de la zona.

La cesión de las dependencias servirá para reflotar sus instalaciones, que incluyen el ermitorio, un bar y restaurante --cerrados al público desde septiembre del pasado año--- y hospedería, entre otros edificios.

Informe técnico para la Unesco

La restauración de Sant Joan supone un salto cualitativo fundamental para la candidatura a Patrimonio Mundial de ‘Camins del Penyagolosa’, un proyecto que nació en el 2014 con el propósito dotar a los pueblos de mayores recursos, a partir de la puesta en valor de la riqueza patrimonial que rodea a diez municipios con caminos ancestrales hasta el santuario. Desde entonces se ha trabajado en la redacción del expediente que la representará ante la Unesco. A día de hoy, este informe técnico se encuentra en manos de la Generalitat, encargada de presentarlo al Ministerio de Cultura, que dará traslado al Consejo de Patrimonio Mundial.