La Vall d’Uixó ya huele a pólvora, el primer síntoma de que se acercan unos de los días más intensos del año desde el punto de vista festivo. Otro radica en las numerosas calles cortadas, porque las ocho comisiones de la ciudad iniciaron, con la Crida, la cuenta atrás. Las carpas comenzaron a alzarse y los primeros monumentos arrojaron ayer pistas de lo que van a presentar.

Entre los más madrugadores se encontraban los integrantes de la Falla Sudoest, que el año pasado se alzaron con el máximo galardón a la mejor creación y en esta ocasión afrontan la plantà con la misma ilusión, aunque ya se sabe que el veredicto final, que se conocerá el próximo viernes, dependerá del esfuerzo y el presupuesto del resto de comisiones.

ANIVERSARIOS Y ESTRENOS / Y es que este 2019 coinciden varios hitos significativos: Dos de las entidades celebran su 25º aniversario, Les Llimeres y La que Faltava, una veteranía que contrasta con los primeros pasos de quienes van a alzar su obra por primera vez, la comisión de Guitarrista Tárrega, que anoche, a las 21.00 horas, inauguró su carpa.

Y mientras cada agrupación se emplea a fondo para no perder ni una oportunidad de disfrutar de estas jornadas, la Junta Local Fallera ya anuncia novedades para la programación general, con las dos falleras mayores al frente, Laura Rubio y Carolina Sánchez, que tendrán la oportunidad de protagonizar un cambio significativo, el del lugar de la ofrenda, la apuesta más fuerte de una JLF que se enfrenta a sus primeras fiestas con el propósito de hacer lo posible «para que las Fallas de la Vall sean cada vez más visibles», como aseguraron ayer.