El Ayuntamiento de Moncofa ya tiene en sus arcas el aval presentado por el agente urbanizador, Piscival, por importe de 865.843,28 euros, apenas un 10% de lo que le correspondería. Esta garantía debe contribuir a la finalización del PAI que se encuentra paralizado desde hace prácticamente una década y que cuenta con una extensión de unos 270.000 metros cuadrados. La liquidación del proyecto --llevada a cabo para que el consistorio pasara a ser el agente urbanizador-- valoró en 7.881.321 euros la cantidad necesaria para terminar las obras de urbanización. El importe era desglosado en dos partidas: una de 5.984.894 euros en concepto de desperfectos (ocasionados por el abandono del proyecto); y una segunda de 1.987.42, correspondiente a las mejoras que Piscivall (anterior urbanizadora) incluyó en su oferta.

Escenario negativo// El consistorio no está obligado a ejecutar las mejoras pero, con el dinero que ha podido recuperar, lo cierto es que se le presenta un escenario extremadamente negativo para acabar con la ejecución del programa urbanístico, y la empresa se encuentra en concurso de acreedores y sin propiedades. Cabe señalar que el consistorio ya tuvo dificultades para hacerse con la fianza ya que, aunque estaba depositada en el banco, la entidad entendía que no podía hacer uso de la misma. No obstante, una vez consultado con los asesores, y como el consistorio ya es agente urbanizador, se ha podido recuperar el dinero.

La venta en el 2006 de los terrenos atribuidos al Ayuntamiento como aprovechamiento urbanístico tampoco ha estado exenta de polémica. Una auditoría considera que fue «injustificada» y que «evitaba la licitación pública de unos terrenos municipales». Además, «no constan informes técnicos de valoración de tales parcelas, por lo que el precio podría no haberse ajustado al valor real del mercado de las mismas». El alcalde, Wencesalo Alós, dice que «no se ha podido demostrar ningún delito, pero la gestión del equipo de gobierno socialista hizo que nos quedáramos sin terrenos».