Desde hace aproximadamente un mes, la polémica está instalada en Puebla de Arenoso, como consecuencia de una controvertida tala masiva de pinos contratada por el Ayuntamiento para dar solución al problema que generaron la gran nevada del 2017 y la granizada del 2018, que afectó a cientos de árboles cuya leña, en descomposición, había convertido los montes «en un polvorín», como defendió ayer el alcalde del municipio, Mateo Luna.

Con un 93% del término municipal ocupado por masa boscosa, Luna remarcó que se hacía imprescindible tomar medidas pues «era un riesgo muy grande para los vecinos» no solo del municipio, sino también de las pedanías que de él dependen: los Calpes, la Monza y los Cantos. Un aspecto relevante en esta cuestión es que la mayor parte de ese territorio es de titularidad privada. Ante este escenario, el consistorio tenía dos alternativas: obligar a los vecinos a limpiar sus parcelas, «lo que les supondría un gasto importante», o llegar a un acuerdo con una empresa maderera, sin coste alguno.

«DESTROZO BÁRBARO» / Los propietarios afectados y Gecen hicieron pública ayer su denuncian alertando de «la destrucción de la Red Natura 2000 con maquinaria pesada, arrasando hábitats prioritarios y vegetación protegida». Los ecologistas califican la intervención de «un destrozo bárbaro a nivel medioambiental», por lo que dando su respaldo a los vecinos, exigen la paralización de la actuación, advirtiendo que ya estudian llevar al caso ante la Fiscalía.

Manolo Cebrián ha sido una de las personas que ha visto como una parcela de su propiedad ha pasado de tener 100 pinos a ninguno. Asegura que con el contrato en la mano, apoyaba la actuación, pero pone en duda que se estén cumpliendo las cláusulas. Defiende que solo deberían haber retirado los árboles dañados, «pero están arrasando con todo, con prisas, trabajando todos los días, hasta los domingos y por la noche».

El alcalde esgrime como toda defensa que las citadas cláusulas fueron indicadas por la Conselleria de Medio Ambiente, y es precisamente la Administración autonómica la que avala la intervención. Como confirmaron fuentes de este departamento, «el 16 de noviembre se desplazaron técnicos de Conselleria, agentes medioambientales y agentes del Seprona para revisar los trabajos, no constatándose ninguna irregularidad». Con todo, ayer mismo, personal de Medio Ambiente volvió a visitar la localidad «y están recopilando información».

A la espera de una conclusión por su parte, el alcalde indicó ayer que «el agente forestal ha explicado a los propietarios que la tala va a ser buena para el monte, que en dos años se habrá regenerado con especies autóctonas», porque los pinos no lo son, a parte de que destacan que incluso los aparentemente sanos, «estaban afectados por una especie de carcoma producida por la leña acumulada, por lo que en un tiempo habrían muerto como el resto».