La Conselleria de Hacienda y Modelo Económico resuelve ceder el Instituto de Calidad de Edificación, construido en 1977 y en desuso desde el verano de 2012, al Ayuntamiento de Almassora para que cree allí la nueva sede de la Policía Local. Como ya avanzó Mediterráneo, la remodelación, con un valor estimado de 600.000 euros, cuenta con una inversión inicial de 200.000 euros por parte del Ayuntamiento y 100.000 euros por parte del Consell durante el ejercicio actual. El año que viene finalizarán las obras con una inversión de 150.000 euros por parte de cada administración.

La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, valora positivamente la resolución del Consell. «Al igual que el derribo del Grupo B, la cesión del Instituto de Calidad de la Edificación es otra muestra más del trabajo conjunto bien hecho por ambas instituciones, el Consell y el Ayuntamiento», dice.

El edificio cuenta con 518 metros cuadrados, ubicado sobre una parcela con 3.632 metros cuadrados en la calle Industria número 30. De este modo, el nuevo retén de la Policía Local de Almassora estará situado en el polígono Mijares durante 2022. Un punto estratégico que permitirá a los agentes controlar accesos al municipio y vigilar las zonas industriales e inmediaciones de la estación de tren. Así, el consistorio ganará un espacio necesario en las dependencias administrativas.

DERECHO DE USO PUNTUAL / La Generalitat valenciana realiza la cesión con la condición de que el terreno y las instalaciones se destinen para la nueva comisaría de la Policía Local. El Ayuntamiento adquirirá la titularidad del inmueble pero deberá de cumplir todas las obligaciones inherentes al derecho de propiedad. El consistorio tiene un plazo de dos meses para aceptar la cesión del espacio. Además, el Consell se guarda el derecho a solicitar a Almassora un uso puntual de las dependencias del inmueble para la realización de actos organizados por la propia comunidad autónoma.

La próxima sede policial constará de un espacio central multiusos para formación o reuniones, que estará rodeado por despachos que recaerán en las dos fachadas longitudinales. Será en el edificio principal donde ubiquen el acceso al público, así como la sala de control y la sala de operaciones, según fuentes municipales. En la fachada posterior, la ampliación prevista albergará los vestuarios, con un patio central.