Benicarló se planta ante la constructora tras el nuevo retraso en las obras para transformar la antigua N-340 en un bulevar. Cansada de tanta demora y el continuado abandono de los trabajos, la alcaldesa, Xaro Miralles, ha firmado el decreto de incoación del procedimiento administrativo para resolver el contrato de adjudicación.

Un proceso que va a encaminado a romper la relación contractual con la mercantil, Binaria Compañía General de Construcciones, S.L., tras la dejadez de la empresa, que mantiene las obras paradas por segunda vez, después de haberlas retomado en el pasado mes de noviembre (tras un parón previo de cuatro meses) y volver a dejarlas empantanadas días después de reanudarlas.

Divergencias monetarias

Discrepancias entre el consistorio y la firma, por cuestiones económicas con la rebaja que la mercantil presentó en su oferta para la adjudicación, están alargando sine die una actuación que tenía un plazo de ejecución de cinco meses, que ya se inició con retraso y que deberían haber acabado en abril del 2020 si todo hubiera ido bien.

La alcaldesa recuerda que «desde el primer día» han tenido problemas con la adjudicataria y, tras muchos informes de la directora de obras y los departamentos de contratación, han comenzado a incoar el expediente de resolución de contrato. «Eso implica dar audiencia al contratista, a la compañía de seguros de crédito, abrir un plazo para que presenten alegaciones y en vista de estas, se harán los informes de intervención y secretaría y, en caso de que haya discrepancias entre la mercantil y el ayuntamiento, como se supone que las habrá, se recabará el dictamen del Consell Jurídic Consultiu», relata Miralles. Una vez tengan la documentación, y si todos los informes son favorables, procederán a resolver el contrato.

"Después de resolver el contrato, volveremos a licitar las obras por el valor de los trabajos que están pendientes de ejecutar"

Xaro Miralles - Alcaldesa de Benicarló

Según la ley de contratos del sector público, el expediente deberá ser instruido y resuelto en un plazo máximo de ocho meses, pero si «podemos hacerlo antes, por supuesto, se hará», señaló, a la vez que avanzó que, una vez resuelto el problema, «se volverá a licitar la obra por el valor de los trabajos que están pendientes de ejecutar».

Quejas vecinales

Lógicamente, el continuado abandono de las obras es algo que no ha pasado desapercibido para los vecinos, que llegaron a recoger firmas para desbloquear unas obras que se eternizan en el tiempo más de lo que podían imaginar. Por si fuera poco, se trata de un tramo considerado de alta peligrosidad para la seguridad vial. Solo hay que recordar que tuvo lugar un atropello mortal en septiembre del 2017.

Comisión de seguimiento

En breve, convocará a las empresas afectadas por las obras del vial: «Me comprometí a informarles en la última reunión que tuvimos, y así lo haré, les explicaremos todos los pasos que se están dando para llegar a la solución definitiva». 

Una actuación en un lugar estratégico que no despega

Las obras de la primera fase del tramo urbano de la antigua N-340 se adjudicaron a Binaria Compañía General de Construcciones, S.L. en julio del 2019 y se iniciaron en diciembre de ese año. Los trabajos, con un plazo de ejecución de 5 meses, se pararon en marzo de 2020 sin la autorización del consistorio y dejando cerrado al tráfico un sentido de la dirección del vial. En noviembre, retomaron las obras para abrir los dos sentidos y volvieron a pararse. La rebaja del 25% en el presupuesto de licitación parece ser el motivo de las discrepancias.