El esperado final del cierre perimetral de las comunidades autónomas, que ha llegado esta pasada medianoche con el decaimiento del estado de alarma, ya se dejará notar este domingo con la llegada a Castellón de visitantes procedentes de Cataluña y Aragón. Uno de los sectores que más se beneficiará de forma inmediata de esta libertad de movimientos entre regiones es el de la restauración, donde establecimientos de Els Ports o Vinaròs, puntos propensos a recibir comensales de fuera de la Comunitat por su cercanía con otras autonomías, dan fe del aumento de reservas durante los últimos días cara a las próximos semanas e incluso prevén preparar mesas de última hora para hoy mismo.

Una opinión del sector es la del presidente de la asociación de alojamientos, restaurantes y experiencias turísticas de interior de la Comunitat (Temps) y también propietario de El Faixero, en Cinctorres, Joaquín Deusdad, que apunta que los clientes catalanes y aragoneses son «habituales» y puntualiza que la apertura de la región permitirá «reencontrarse con ellos tras muchos meses».

Confusión por cuándo acababa el estado de alarma

Un denominador común que había entre los comensales es cuándo llegaba exactamente el fin del estado de alarma. «Muchos desconocían en qué momento se levantaban las medidas, por lo que la mayoría de las reservas e interés se focalizan a partir del fin de semana que viene», dice.

En una línea similar se expresa Alicia Carceller, del Hostal Mesón, de Olocau del Rey: «Trabajamos con previsión de recibir visitantes de las localidades vecinas de Teruel, son habituales en circunstancias normales y ahora, tras tanto tiempo, pensamos que volverán». De forma homóloga, el conocido restaurador morellano Carlos Gutiérrez, del Restaurante Casa Roque, afirma que este domingo tienen las primeras reservas de visitantes de fuera de la Comunitat, aunque la mayor parte de peticiones son «para el próximo fin se semana».

"Será un balón de oxígeno muy necesario"

En otra zona que trabajan con buenas expectativas es la Tinença de Benifassà, territorio limítrofe con Cataluña que espera la llegada de sus vecinos tras meses de encierro. «Tras semanas con el comedor a cero, este domingo ya tendremos medio restaurante lleno, lo que será un balón de oxigeno muy necesario», indica José María Bel, de Colonia Europa, en Fredes, y coincide en que los visitantes son cautos, por lo que calcula que será a partir del próximo fin de semana cuando llegue el boom: «Muchos aún no tienen claro si las restricciones se han levantado ya o será mañana».

30% más de clientes gracias al cierre de bares en Cataluña

Como primera ciudad al norte de la Comunitat, Vinaròs también se beneficiará de manera considerable del adiós al cierre perimetral, especialmente a comercios, bares y restaurantes. Así lo refrenda Ángel, propietario del Restaurant Nou Parada, que tiene claro que el levantamiento de esta medida «se va a notar bastante», sobre todo «a partir de la próxima semana». De hecho, recuerda que el cierre de los bares y restaurantes en Cataluña en octubre, mientras los de la Comunitat seguían abiertos, les supuso aproximadamente «un 30% más de clientela».

Por su parte, Juan José, dueño de un local con terraza en el paseo marítimo, confía también en que este incremento de visitantes catalanes será bastante palpable a partir de hoy. «Las expectativas son buenas, porque hay mucha gente de Cataluña y Aragón en Vinaròs con segundas residencias que aprovecharán a partir de ahora para venir, y también gente de poblaciones vecinas que después de estos meses tendrán ganas de venir a pasear y tomar algo aquí, y los esperamos», afirma.

Incertidumbre en los hosteleros del Palancia por ahora

El gerente y chef del Hotel Martín el Humano y del hotel María de Luna, en Segorbe, cree que es imposible predecir el futuro inmediato, aunque pone en valor que hasta ahora sus establecimientos «han funcionado realmente muy bien», ya que clientes cuya procedencia «no es tan habitual en el Palancia», como del sur de Valencia y Alicante, han ido a conocer la zona. El responsable del Restaurante Randurías, en Jérica, Quique Peris, ve positivo acabar con el cierre perimetral, aunque preferiría antes terminar con las limitaciones de aforo.