Las sospechas de las concejalías de Sostenibilidad y de Policía Local de la Vall d’Uixó podrían haberse confirmado al identificar esta misma semana a dos personas, vinculadas con una empresa, lanzando gran cantidad de trastos en el macrovertedero que hay en las inmediaciones del Carmaday

El Ayuntamiento ya advirtió de que intensificaría la vigilancia de esta parcela de propiedad privada que acumula toneladas de residuos voluminosos que han ido depositando poco a poco, de manera ilegal. Precisamente, de ese control y de la investigación sobre nuevos hallazgos, la Unidad Rural de la Policía Local pudo identificar a los autores, no solo del vertido de Carmaday, sino también de un segundo en la partida Miranda, junto a la carretera de Xilxes.

En ambos casos, las personas contra las que se han propuesto los expedientes sancionadores están relacionadas con una empresa que «hace vaciados y mudanzas de viviendas, que se anuncian en internet diciendo que los realizan a precios económicos», explicaron ayer desde el consistorio.

Otra imagen del último vertido que ha trascendido en el macrovertedero del Carmaday. Mònica Mira

Práctica habitual

La convicción de las autoridades es que se trata de una práctica habitual. Los responsables de estos vertidos vacían las casas, se quedan lo que pueden aprovechar y el resto de enseres o materiales los arrojan donde les viene bien, generando situaciones como la del Carmaday, donde tienen un problema tanto medioambiental como legal. Como explicó en su día el edil de Sostenibilidad, Fernando Darós, la limpieza de estos residuos en parcelas privadas es compleja porque, legalmente, corresponde al propietario, aunque este es a su vez víctima, porque no es quien realiza los vertidos, pero se ve obligado a limpiarlos o se expone a multas.

Lo cierto es que la situación del Carmaday está fuera de control, como puede comprobar cualquier persona que pase por la zona, pues el macrovertedero es visible desde el camino colindante. En un paseo por el interior se puede identificar, con facilidad, que existen montones de basura con el mismo origen, como demuestra la existencia de catálogos comerciales, elementos propios de tiendas o trastos de origen domiciliario que se amontonan juntos, porque han sido depositados a la vez de forma precipitada.

La ley contempla que cuando se tira basura, si no es de naturaleza peligrosa, no se ha producido un deterioro grave del medio ambiente y no se ha puesto en peligro grave la salud de las personas, el delito es grave. Este sería el caso de los vertidos identificados, por lo que las personas denunciadas (se da la circunstancia de que son de la Vall, aunque la empresa relacionada es de Castelló) se enfrentan al pago de una multa de hasta 30.000 euros. Además, el Ayuntamiento les ha emplazado a retirar toda la basura, demostrar que lo han hecho y que la han depositado en un lugar autorizado.