Benicàssim amplía su huella verde al reducir 297 toneladas de CO2 en las obras de prolongación de la CV-149, trabajos que se están ejecutando actualmente.

Esta estadística se extrae del estudio realizado por la empresa adjudicataria, en cuanto a la disminución de la huella de carbono, comparando las emisiones producidas entre la solución que ejecuta el Ayuntamiento, mediante la reutilización de áridos existentes, y los métodos tradicionales.

El informe contempla las emisiones que se producen debido al transporte, tanto de tierras existentes a vertedero como de suministro de suelo seleccionado de préstamo, zahorra artificial de cantera y mezclas bituminosas, así como las pertinentes por la producción de estos materiales y su posterior puesta en obra.

La alcaldesa, Susana Marqués, manifiesta que «el ahorro de emisiones que se conseguirá con esta actuación refuerza nuestro compromiso por reducir la huella de carbono. Somos los consistorios quienes debemos contribuir a la transformación, mejorando y compartiendo valores desde nuestro entorno local a lo global».

La tecnología empleada consiste en reutilizar y reciclar el material existente, tratándolo mediante la adición de conglomerante hidráulico. «Nuestro compromiso con el medio ambiente nos lleva a implementar acciones a diario para mitigar los efectos del cambio climático», indica la munícipe.

El concejal de Urbanismo, Carlos Díaz, señala que «las miles de toneladas de residuos que se generan con los sistemas tradicionales para hacer reformas y demolición revela la importancia real de aplicar una economía circular en la construcción y avanzar hacia una verdadera sostenibilidad».

Plan de acción

Esta reducción de emisiones forma parte del Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible, un documento estratégico de planificación energética climática que contiene las acciones que el municipio impulsará para superar los objetivos establecidos por la UE para el 2030, recuerda la edila de Desarrollo Sostenible, Cristina Fernández.

Por otro lado, recordar que la prolongación de la autovía se extiende en unos 620 metros, contará con cuatro carriles (dos por sentido), un carril bici y conectará la rotonda de la Paella con la avenida Mohíno. Prevén que la obra finalice a mediados de octubre.