A pesar de ser fuera de las fechas tradicionales de marzo y con las restricciones sanitarias aún como denominador común, Burriana está viviendo unos días de Fallas excepcionales. Las calles se han llenado de vecinos y turistas para disfrutar de la visita a los 19 monumentos, la mascletà o, simplemente, para bailar al ritmo marcado por las incontables charangas que ruedan por la ciudad, en la que el ambiente festivo se apodera de cada rincón.
El sentir de las comisiones falleras respecto al éxito de participación es generalizado y, tras estos largos meses de parálisis motivado por la pandemia, la conclusión es que la espera ha merecido la pena. De hecho, en momentos puntuales ha sido complicado encontrar un hueco en las terrazas y restaurantes de la localidad, especialmente, durante el fin de semana.
El incremento de la afluencia también se ha sentido este lunes por ser víspera de festivo en una jornada que ha arrancado con la continuación de la visita de las reinas falleras a las comisiones para recoger el obsequio de Fallero de Honor.
A mediodía, la comitiva se dirigió hasta la plaza de l’Hereu para vivir el disparo pirotécnico capitaneado, nuevamente, por Reyes Martí. En esta ocasión, fue la máxima representante, Elena Pastor, y las miembros de su corte las encargadas de pronunciar al unísono la famosa señal de inicio a la senyora pirotècnica para que comenzara el estruendo de la mascletà.
Último día de las Fallas más atípicas
Este martes llega la culminación de los festejos con la emotiva ofrenda floral a la Mare de Déu de la Misericòrdia, que comenzará a las 10.00 horas desde el colegio Salesianos, y finalizará sobre las 14.00 horas en la plaza Mayor. Cuando termine, tendrá lugar la última mascletà y, durante la tarde, será el momento de preparar las figuras para la otra gran cita.
La Nit de la Cremà arrancará a las 20.00 horas para los monumentos infantiles y a las 22.00 horas, los grandes. El dispositivo de seguridad incorporará un doble vallado para evitar aglomeraciones.