Entrañable y emotiva jornada de este lunes para los vecinos de Figueroles, que celebraron la festividad en honor al Santísimo Cristo del Calvario. Un día en el que se recordó que los figueroleros «muy pronto cumplirán 400 años de fe y devoción al crucificado». Sin embargo, la celebración de este Lunes de Pentecostés tuvo un carácter muy especial. Por una parte, por la presencia del obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, que presidió la misa y la procesión del Cristo. Y por otra, por la entrega de los estatutos oficiales (tras su aprobación) al presidente de la recién creada cofradía.
La misa en la iglesia parroquial fue concelebrada por varios sacerdotes del arciprestazgo, entre ellos el párroco local, Juanvi Vaquerizo. Las autoridades civiles no faltaron a la cita con el alcalde, Luis Gregori, al frente. Y el cabo Pablo, en calidad de comandante de puesto de la Guardia Civil de l’Alcora, también se sumó al acto religioso. Al final de la misa, el obispo entregó los estatutos oficiales al presidente de la cofradía del Santísimo Cristo del Calvario y del Santo Sepulcro de Figueroles, Sergio Martínez, de la que ya forman parte 183 vecinos, de los poco más de 500 que tiene el municipio.
«Que la cofradía no sirva solo para salir en procesión, sino también, y por encima de todo, para vivir vuestra fe y ser testigos de Cristo», indicó López Llorente, que fue nombrado como primer cofrade de honor de esta asociación religiosa. Después, recibió un plato de cerámica como muestra de agradecimiento por parte de los fieles. La parte musical de la celebración corrió a cargo del coro parroquial y de dos solistas.
Decenas de vecinos acompañaron por la noche en procesión al Cristo desde la parroquia hasta su ermita. A la llegada se cantaron los gozos y se disparó un castillo de fuegos artificiales. Después la procesión regresó al templo y a la llegada los vecinos pasaron a venerar la imagen. La banda local Amics de la Música se encargó de acompañar durante la procesión.
Cabe destacar que es la primera vez (al menos en los últimos 50 años) que se tenga constancia de que un obispo preside los actos en honor al Cristo del Calvario.