En medio de un intercambio constante de reproches y acusaciones de un lado y del otro, el pleno municipal de la Vilavella aprobó la nueva organización del gobierno surgido de la moción de censura, aprobada por el PSOE con el apoyo del tránsfuga del PP Abelardo Zaragoza. Los socialistas cumplen con lo que habían prometido y quien fuera edil de Nuevas Tecnologías, Tráfico y Policía Local, con PP e Independents per la Vilavella los últimos tres años, seguirá asumiendo las mismas competencias, pero con quienes hasta ahora estaban en la oposición.
La tensión estuvo presente de principio a fin, independientemente de lo que se hablara, aunque el debate sobre los sueldos acaparó la mayor tirantez. El nuevo alcalde, Sebastià Roglà, defendió que con la nueva organización el consistorio va a ahorrar dinero, algo más de 1.000 euros al mes.
Abelardo Zaragoza se defiende
La única intervención de quien hizo posible el vuelco, Abelardo Zaragoza, fue precisamente para defender que él seguirá haciendo y cobrando lo mismo y para recriminar que el anterior ejecutivo costaba a las arcas públicas unos 51.300 euros al año, mientras que el actual requerirá de 17.000 menos, al suponer un gasto de 33.550 euros.
Tanto PP como IxLV matizaron que ese cálculo de las percepciones es «engañoso», pues como dijeron «cuando hablan de lo que se cobraba hasta ahora incluyen todos los gastos, sueldos brutos, seguridad social, etc... pero cuando comentan lo que van a cobrar ellos, solo lo hacen de los sueldos».
La crispación no tiene pinta de que vaya a mejorar los próximos meses. Como se reconoció ayer, a la legislatura solo le quedan tres plenos ordinarios --se celebran cada tres meses-- y todos evidencian tener mucho que echarse en cara.
Fue inevitable que volviera a plantearse el asunto del transfuguismo de Abelardo Zaragoza. Todos recuperaron los argumentos esgrimidos hasta ahora para justificar su interpretación de los hechos. Pero llamó la atención una afirmación del alcalde al respecto, cuando en una contestación a la exalcaldesa, Carmen Navarro, después de varias alusiones a «la ley de transfuguismo», Roglà dijo, textualmente, que lo que existe no es una ley, es un pacto, «y los pactos, uno se los puede saltar cuando le dé la gana, la ley no».
El alcalde, que asumirá las áreas de Personal, Hacienda, Asociacionismo y Fiestas, presidirá una junta de gobierno en la que estarán Loles Orenga --edila con dedicación exclusiva--, y Óscar Carratalá y Manel Martínez como 1º, 2º y 3º tenientes de alcalde, en ese orden. Completan el ejecutivo local Gemma Traver y Zaragoza.
